Un paisaje de ruinas y campos fértiles se extiende en el Valle de los Ingenios, en Cuba. Detrás de su belleza, existe una historia marcada por la prosperidad de unos pocos y el sufrimiento de miles. En este lugar, la industria azucarera alcanzó su esplendor entre los siglos XVII y XIX, impulsada por el trabajo esclavizado de hombres y mujeres traídos de África.