La ejecutiva federal del Partido Socialista ha comunicado en la mañana de este martes la expulsión definitiva de los cuatro ediles del Ayuntamiento de Santiago expedientados por desoír las órdenes de la dirección : Gonzalo Muíños, Milagros Castro, Mercedes Rosón y Marta Álvarez. En concreto, a Milagros Castro, Mercedes Rosón y Marta Álvarez se les achaca negarse a nombrar al portavoz municipal aprobado por la dirección local del partido, mientras que a Gonzalo Muíños se le atribuye su rechazo a acatar la resolución del expediente y permanecer en el cargo de portavoz en contra del criterio del partido. De ello han informado fuentes consultadas por Europa Press, que destacan que ahora los concejales tienen un plazo de diez días para recurrir ante la comisión de garantías esta resolución . Además, han apuntado que la dirección de la formación ha comunicado en la mañana de este martes la decisión tanto a los afectados como al Consistorio compostelano. Si bien estas fuentes consideran que la expulsión es ejecutable desde esta misma jornada aunque quepa el recurso ante la comisión de garantías y destacan que en otros ayuntamientos se ejecuta desde el día en el que se comunica, ahora el secretario municipal deberá dirimir si entiende que la medida es ya definitiva o si se debe esperar hasta la resolución de los recursos. El PSOE ha señalado que esta decisión se enmarca en el proceso interno iniciado el pasado 24 de enero, cuando se les comunicó a los concejales la expulsión provisional. Así, indica que, finalizada la tramitación del expediente iniciado y analizadas las alegaciones y las pruebas aportadas por las personas expedientadas, el instructor del procedimiento propuso la ratificación de la expulsión, elevándola a definitiva, de acuerdo con los estatutos federales del partido. Además, precisa que las sanciones por las que se motiva la expulsión se enmarcan la comisión de faltas graves y muy graves de la normativa socialista, fundamentalmente «la obstrucción de la labor y decisiones de los órganos del partido» y «actuación, por acción u omisión, en contra de acuerdos adoptados por los órganos de dirección que afecten a las instituciones». En el caso de Gonzalo Muíños, además, también se le incluye la sanción muy grave de «desempeñar cargos públicos o asimilados sin la autorización expresa de los órganos competentes del partido». El conflicto en el PSOE local de Santiago estalló el día 24 de junio de 2024, cuando los seis concejales del grupo municipal votaron en el pleno a favor de una ordenanza sobre las viviendas turísticas en contra de la decisión marcada por la dirección local, que optaba por la abstención. Esa misma jornada, Día de San Xoán, la ejecutiva de Santiago convocó una reunión para ordenar el relevo de dos de los trabajadores del grupo, la jefa de gabinete y el responsable de comunicación, unos cambios que el portavoz municipal se negó a firmar y por los que fue suspendido de militancia durante un plazo de 18 meses. Así las cosas y tras conocerse la suspensión de la militancia a Gonzalo Muíños por lo que el PSOE consideró una « indisciplina reiterada «, la dirección local acordó el nombramiento de Gumersindo Guinarte como nuevo portavoz del Grupo Municipal y de Marta Abal como secretaria y convocó a Mercedes Rosón, Milagros Castro y Marta Álvarez a una reunión para ratificar dichos nombramientos. Sin embargo, las tres concejalas del PSOE de Santiago que apoyan al hasta ahora portavoz del grupo municipal socialista, Gonzalo Muíños, defendieron que la convocatoria de la reunión a la que fueron citadas por el edil Gumersindo Guinarte para acordar el cambio en la portavocía designado por la dirección local era nula , y alegaron que no incumplían las normas. Este hecho supuso también una ruptura de la unidad que hasta entonces había en el grupo municipal, al acercarse Gumersindo Guinarte y Marta Abal a la dirección local.
