Laura De Rosa: Occidente jugó con fuego y Ucrania se quemó
Lamento profundamente las vidas perdidas, tanto ucranianas como rusas. Pero esta no es sólo una guerra entre dos países; es el resultado de una pugna histórica entre Estados Unidos y Rusia, una lucha de poder donde Ucrania ha sido el peón sacrificable en el tablero global.
En febrero de 2022, cuando estalló la invasión, muchos occidentales tuvieron que buscar un mapa para ubicar Ucrania.
Sí, esos mismos que atacaban a quienes advertimos lo que estaba en juego y por qué Rusia había decidido cruzar su línea roja con consecuencias fatales.
Dijimos cosas que incomodaron a más de uno, y tres años después comienzan a darnos la razón.
- Occidente violó acuerdos con Rusia
La narrativa oficial dice que la OTAN es una alianza defensiva y que cualquier país soberano tiene derecho a unirse.
En el papel suena bien, pero la realidad geopolítica es otra. En 1990, mientras la Unión Soviética se desmoronaba, líderes occidentales prometieron a Gorbachov que la OTAN no se expandiría “ni una pulgada hacia el este” si permitía la reunificación alemana.
No fue sólo una promesa verbal. Acuerdos como el Tratado Dos Más Cuatro (1990), la Carta de París (1990) y el Acta Fundacional OTAN-Rusia (1997) establecieron compromisos de seguridad en Europa, donde Occidente se comprometía a no buscar su seguridad a expensas de la seguridad rusa.
Pero lo hicieron.
Desde 1999, la OTAN ha sumado 14 países del antiguo bloque soviético: Polonia, Rumania, los países bálticos, Bulgaria, Hungría y, más recientemente, Finlandia y Suecia.
Rusia advirtió que la expansión era una provocación directa, pero nadie escuchó.
Cuando en 2008 la OTAN anunció que Ucrania y Georgia “eventualmente” serían miembros, Moscú entendió el mensaje: el cerco se cerraba. Cuatro meses después, Rusia intervino militarmente en Georgia.
Occidente jugó con fuego. Ucrania se quemó.
- La importancia de los países colchón
El espacio vital de las potencias no es juego. Colocar armamento nuclear en países colchón/tapón es una provocación.
En la historia de las guerras, los países tapón, colchón o “bisagra” han servido para evitar confrontaciones directas entre grandes potencias. Eran zonas neutrales que ayudaban a preservar el equilibrio de poder.
• En la Guerra Fría, Finlandia se mantuvo neutral entre la OTAN y la URSS, evitando un conflicto directo.
• Austria, tras la Segunda Guerra Mundial, adoptó una política de neutralidad para no convertirse en el campo de batalla entre Este y Oeste.
Ucrania, en cambio, fue arrastrada a un juego que no podía ganar al promover su alineación total con la OTAN y la UE. Rusia no lo iba a permitir.
Y ojo, esto no se trata de estar de acuerdo o no. Es solo Realpolitik.
- Un país en guerra NO puede entrar en una alianza militar
En plena guerra, líderes occidentales jugaron con la idea de que Ucrania podía ingresar en la OTAN. Zelenski incluso firmó una solicitud acelerada de membresía. Esto fue, por decir lo menos, geopolíticamente irresponsable.
Según las reglas de la OTAN, la organización no puede aceptar a un país con un conflicto territorial activo. Incluir a Ucrania en la OTAN significaría una guerra directa con Rusia.
El propio Henry Kissinger, amado por algunos y odiado por otros, advirtió que la insistencia en la expansión de la OTAN hacia Ucrania podría ser la chispa de una guerra catastrófica.
Pero la geopolítica en algunos países de Europa y en la administración Biden-Harris en EEUU no estuvo alineada con el pensamiento de estadistas, sino con el de burócratas y políticos que creyeron que el mundo operaba con discursos y sanciones.
- Geopolítica: un tema de Estadistas
Liderar un país en guerra requiere más que carisma, discursos motivacionales y solicitudes de fondos mucho más elevados que un GoFundMe. No basta con ser un ex actor de televisión y aparecer en sesiones de fotos y prestigiosas portadas.
Un líder debe comprender los equilibrios de poder, las limitaciones estratégicas y las consecuencias de sus decisiones que afectan a millones de almas.
Zelenski asumió que Occidente lo apoyaría hasta el final. No entendió, o no le convino entender, que para Washington y algunos países de Europa, Ucrania era solo una ficha en su estrategia contra Rusia.
No importa cuántos soldados ucranianos murieran ni cuántas ciudades resultaran destruidas: la guerra en Ucrania fue una inversión para debilitar a Moscú, no una causa moral.
¿Les suena conocido? Si no, pregunten en Afganistán.
Hablando de cosas como son
- ¿Dónde están los multimillonarios recursos enviados a Ucrania?
Desde 2022, EEUU y la UE han enviado más de 200.000 millones de dólares en ayuda militar y financiera a Ucrania. Sin embargo, la corrupción en Kiev ha sido tan evidente que Zelenski ha tenido que despedir a ministros y generales por desvío de fondos. Y Todos sabemos que falta mucho más por conocer.
Las armas enviadas a Ucrania han aparecido en el mercado negro. Líderes ucranianos han comprado propiedades en Europa. Y mientras los ucranianos mueren en el frente… las élites políticas del país se enriquecen.
Entonces no, la geopolítica no es un juego
El conflicto en Ucrania no comenzó en 2022. Fue el resultado de años de errores estratégicos de lado y lado, de promesas rotas de Occidente y de una expansión de la OTAN que nunca consideró las advertencias rusas.
No se puede manejar el orden internacional como si fuera una bodega. La seguridad global no se trata de discursos ni de buenos deseos, tampoco de acusar de “malo” a la contraparte. Una tentación que muchos en la audiencia general hacen porque creen que es un partido de fútbol y hay que elegir entre tigres y rayados.
Al final, todo se trata de intereses nacionales, poder y equilibrio de fuerzas.
Ucrania fue la víctima de un juego entre Washington y Moscú.
… Y mientras los burócratas en Bruselas y Washington repartían discursos (y dinero de los contribuyentes, los ucranianos enterraban a sus muertos…
Esto es Geopolítica Real.
Esto es Realpolitik.
La autora es internacionalista, Especialista en análisis de data y Gestión de Riesgos geopolíticos, Especialista en consultoría política y gestión de gobierno, Consultora para Empresarios e Inversionistas, Escritora, Conferencista y Jefa Editor del The Freedom Post.
Síguela en redes sociales: @LauraDeRosaMart.