Alemania se juega su futuro este próximo 23 de febrero, mientras la incertidumbre acapara el horizonte, afrontando sus elecciones más complicadas. Y no es para menos después de que el primer canciller, Olaf Scholz, perdiera una moción de confianza y se disolviera la coalición de gobierno del Partido Socialdemócrata (SPD), los Verdes y el Partido Liberal. Poniendo fin a lo que se llamó 'el gobierno semáforo' que había tomado el testigo a los más de 15 años de mandato de Angela Merkel y la ultraderecha avalada por Elon Musk entra con fuerza en la arena política. Y en medio de ello la economía alemana pasa por un momento delicado al punto que registra su segundo año consecutivo de recesión en 2024. Son clave cuestiones como si la ciudadanía castigará con dureza en las urnas a los socialdemócratas por el colapso de su gobierno. Así como el peso que terminará teniendo la ultraderechista Alice Weidel, líder de Alternativa para Alemania (AfD), y qué coalición de gobierno podría formarse. El atropello masivo en Alemania, protagonizado por un sirio y los muertos que dejó este incidente podrían hacer que el votante incline la balanza por una opción más radical. Al fin y al cabo, los sondeos indican que AfD sigue ganando terreno pese a la posición de holgada ventaja de CDU. Las encuestas por unanimidad coinciden en mostrar como claros ganadores a los conservadores de la CDU, con Friedrich Merz como líder del partido y candidato. Desde GMS señalan que la unión de los conservadores de CDU y CSU obtendrían el 31% de los votos, mientras que Infratest dimap habla de un 30%, YouGov también muestra un porcentaje del 30%. Mostrando una tendencia de crecimiento con respecto a las elecciones de 2021 cuando obtuvo el 24,2% de las votaciones. GMS y YouGov sitúan e n el segundo puesto a AfD con el 20% de los votos , un apoyo que sigue creciendo. Insa es más optimista con un 22%. Harían algo más que duplicar su resultado si tenemos en cuenta que en las anteriores elecciones se llevó el 10,4% de las votaciones. La tercera fuerza del Bundestag sería el SPD , que recordemos que es el partido que ganó los comicios de 2021 con Olaf Scholz, por entonces obtenían un 25,7% con una diferencia de punto y medio con los democristianos. Sin embargo, las cosas han cambiado, y en la actualidad, los pronósticos apuntan entre un 14% a un 16% de los votos. A continuación se sitúan los Verdes , con Robert Habeck que ejerció de vicecanciller y ministro de Economía. Caen de un 14,7% en 2021 a un 13% de los votos para Allensbach, como GMS, quien muestra que se mantienen con un 13% también. Y los últimos en conseguir representación en el Bundestag , según las encuestas, está por ver. BSW, la Alianza Sahra Wagenknecht (Por la Razón y la Justicia), fundado en 2024 por ex miembros del partido político alemán La Izquierda, obtendría un 5,1%. Por el contrario, GMS apunta a un 4%, lo que se traduce en que se quedarían por debajo del umbral del 5% necesario para entrar en el gobierno. Mientras que sus excompañeros conseguirían entre un 6% o un 7%. En cambio los liberales del FDP obtendrían entre el 4% y el 5%. En estos resultados también están en juego los pactos de partido para gobernar . En ese sentido, la coalición socialdemócratas, verdes y liberales, que gobernó Alemania hasta noviembre, no sería la ecuación ganadora según todos los sondeos dado que terminó fracasando. La combinación que parece tener más futuro para formar gobierno sin incluir a AfD pasa por un pacto de gobierno entre CDU y SDP. Y ven menos probable una coalición entre conservadores y Verdes. La corresponsal en Alemania de ABC, Rosalía Sánchez, ya nos explicaba en anteriores elecciones que el sistema es complejo. Las papeletas están divididas en dos partes. A la izquierda se encuentra la casilla para el primer voto, a la derecha la correspondiente al segundo, que es el realmente decisivo. El primer voto sirve para elegir a un diputado por distrito electoral. Alemania está dividida en 299 distritos electorales, cada uno de los cuales envía a un solo representante al Parlamento: el que obtiene la mayoría de las papeletas. El segundo voto es para un partido político que presenta a sus candidatos en listas cerradas en los 16 Länder. Los candidatos con más votos consiguen escaños directos, y los partidos obtienen escaños en base al porcentaje de votos en un reparto proporcional. La fórmula de asignación de escaños es la regla de Sainte-Laguë, que favorece en mayor medida a los partidos minoritarios. Y para optar a un escaño en la segunda votación, los partidos deben conseguir el 5% de los segundos votos o la opción de tres escaños del voto directo de los 299 distritos.