Milán, irresistible y elegante hasta hacer daño

«Milán es una auténtica metrópolis: fuerte y valiente, pero también acogedora». Así la define Giorgio Armani, y no es casualidad que uno de los diseñadores más icónicos del mundo encontrara en esta ciudad su inspiración. Y es que Milán, reina del diseño, la moda y la sofisticación, cuenta con una atmósfera arrebatadoramente seductora y cosmopolita que la convierte en un destino «obligado» para quienes desean adentrarse en la esencia del estilo. En los próximos meses, varios eventos hacen que sea una época ideal para visitarla.

Referente indiscutible de la moda y a tan solo cuatro días de la Milano Fashion Week, las calles milanesas ya esperan a viajeros fashionistas de todo el mundo que pasearán por ellas con sus mejores looks, convirtiéndolas en una pasarela global y en un escenario donde la ropa resulta una filosofía de vida. Es una cita en la que la moda se adueña de cada rincón de la ciudad y que merece mucho la pena conocer.

En el marco de la primavera y de su famosa Semana del Diseño los amantes del interiorismo tienen otro encuentro imperdible en el Salone del Mobile Milano, cuya 63ª edición se celebrará en el recinto ferial Fiera Milano Rho del 8 al 13 de abril, reuniendo a líderes de la industria, fabricantes, diseñadores y arquitectos para presentar las últimas tendencias en el diseño de interiores y mobiliario. Aquí, los asistentes podrán ver los muebles más exclusivos y los accesorios del hogar más innovadores y originales.

Durante la misma semana, tiene lugar el Fuorisalone, del 7 al 13 de abril, convirtiendo la ciudad en un museo al aire libre. Bajo el lema «Mundos conectados: diseñar para un mundo conectado», las diferentes exposiciones y eventos exploran cómo el diseño puede conectar distintas dimensiones de nuestra existencia a la vez que se integra creatividad y tecnología. Todo ello desde un enfoque sostenible y ecológico.

Un recorrido por su casco antiguo

Más allá de estos eventos que posicionan a Milán como destino top del diseño y la moda, su casco antiguo ya es motivo suficiente para que esté en la lista de cualquier viajero. Su eje central, la Piazza del Duomo, es sin duda el lugar perfecto para comenzar el recorrido por la capital lombarda. La plaza la preside el Duomo de Milán, una de las catedrales más grandes del mundo, y es que su monumentalidad resulta tan impresionante como su belleza. De mármol blanco rosado de Candoglia, su fachada, con más de 3400 estatuas y 135 agujas que se elevan hasta el cielo, es una de las postales más icónicas. En su interior, las vidrieras captan todas las miradas, mientras que sus azoteas regalan al atardecer, cuando la luz se desvanece, uno de los paisajes urbanos más fascinantes que existen.

Entre la Catedral y el Teatro alla Scala, la Galleria Vittorio Emanuele II se alza como un imperdible para los amantes del shopping. Aquí, las tiendas de las firmas más reconocidas y elegantes comparten espacio con espacios gastronómicos históricos como el Café Biffi, cuyo legado se remonta a 1867.

Rodeando la Piazza Duomo, se despliegan barrios llenos de historia y encanto, como Brera, un barrio bohemio donde resulta muy agradable dar un paseo. Sus callejuelas empedradas, flanqueadas por galerías, cafés y boutiques exclusivas, conducen hasta lugares interesantes como la Pinacoteca de Brera, un museo donde aguardan obras maestras de Caravaggio, Rafael y Tintoretto, o el Jardín Botánico de Brera, un pequeñito oasis de calma y tranquilidad.

A pocos pasos, en el convento de Santa Maria delle Grazie, se encuentra uno de los mayores tesoros del arte universal: La última cena de Leonardo da Vinci. Esta icónica pintura mural sigue cautivando a quienes tienen la fortuna de contemplarla en persona. Para contemplarla, es imprescindible reservar la visita, ya que el acceso es limitado para garantizar su conservación.

Siguiendo el recorrido, el imponente Castello Sforzesco, antigua residencia de los duques de Milán, se abre paso con su estructura fortificada y patios renacentistas. En su interior, alberga varios museos y la famosa Piedad Rondanini, la última escultura inacabada de Miguel Ángel. Desde aquí, un paseo por el Parco Sempione, el pulmón verde de la ciudad, ofrece un respiro entre el arte y la historia antes de continuar explorando otros rincones de la capital lombarda.

Más allá de su casco antiguo

La ciudad se extiende con barrios llenos de vida y muy interesantes. Uno de los más populares es Navigli, conocido por sus pintorescos canales que recuerdan a Venecia. Sí, ha leído bien, y es que aunque Milán no tenga mar ni río navegable, hace ya varios siglos, y con la intermediación del genio Da Vinci, se construyó una serie de canales para conectar Milán con el mundo.

De la mencionada red de canales, quedan dos, Naviglio Pavese y Naviglio Grande, los que componen el encantador barrio Navigli. Mientras que el primero se caracteriza por un punto más juvenil, el segundo cuenta con planes muy apetecibles: desde zonas de terraceo para tomar el clásico «aperitivo milanés» hasta mercadillo de antigüedades, pasando por restaurantes para todos los gustos y barquitos para tomar algo en medio del canal.

Otro destacado es Porta Romana, un barrio que ha experimentado un renacimiento en los últimos años, con boutiques de moda, cafeterías de diseño y espacios culturales. En la plaza Medaglie d'Oro, se erige la Porta Romana, que da nombre al barrio y que formó parte de las antiguas murallas españolas, así como los baños termales más famosos de Milán: Termemilano, con aguas termales que han sido aprovechadas desde la época romana.

Y no hay que olvidar que el barrio de Isola está ganando cada vez más popularidad, y es que está considerada ya la zona más animada, innovadora y alternativa. Aquí destacan las tiendas de artesanía y de moda de segunda mano, así como restaurantes étnicos y bares en los que a menudo pueden disfrutarse de conciertos de jazz.

Como ha visto, Milán es una ciudad en la que la historia, el arte, la moda y el diseño se entrelazan. Con su atractiva alma italiana y un magnetismo que la hace única, solo queda una pregunta por responder: ¿para cuándo tiene planeado visitarla?