Polémica por la detención de una turista británica en Marrakech al no poder pagar la factura de una clínica privada
La decisión de “detener” a una turista británica llamada Colette Robinson en una clínica privada de Marrakech debido al no poder pagar ja factura médica tras sufrir un ataque cardíaco, ha provocado una gran polémica y una condena en las redes sociales.
En este sentido, el Observatorio Nacional de Lucha contra la Corrupción y Protección del Dinero Público expresó su enérgica condena de este “incidente que daña la imagen de Marruecos como destino turístico mundial y viola los principios del derecho al trato y el respeto a la dignidad humana”.
En un comunicado, subrayó que “este incidente plantea interrogantes a las autoridades responsables del sector salud en nuestro país sobre el grado en que las instituciones sanitarias, especialmente las privadas, respetan la ética profesional y los convenios internacionales relacionados con los derechos de los pacientes. “Exigimos también una investigación urgente de este incidente y medidas estrictas para garantizar que casos como este, que pueden afectar negativamente a la reputación de Marruecos como país abierto al mundo y comprometido con los derechos humanos, no se repitan”.
El ejercicio de la medicinaconlleva un mensaje humanitario y ético antes que una actividad comercial. Por lo tanto, cualquier trato con los pacientes basado en la lógica del puro beneficio comercial es incompatible con los principios básicos de la profesión médica y con las leyes y normas internacionales que rigen este sector. “El derecho al tratamiento es un derecho humano básico que no puede estar condicionado a la capacidad financiera del paciente, especialmente en casos urgentes relacionados con la vida o la muerte”.
El comunicado llama a las “autoridades competentes a fortalecer el papel de los hospitales públicos en la prestación de servicios de salud para casos de emergencia, para evitar convertir el sector de la salud en un ámbito puramente comercial, donde el tratamiento depende de la capacidad financiera del paciente en lugar de ser un derecho humano garantizado”. “También pedimos una supervisión estricta de las clínicas privadas para garantizar que respeten las normas de transparencia y deontología profesional, y evitar cualquier violación que perjudique la reputación de Marruecos y la confianza de los ciudadanos y visitantes en su sistema sanitario”.