Jorge Armenteros tiene llorado, y bien llorado, a su segundo padre, Pepe Domingo Castaño, que le abrió las puertas de Madrid después de que nuestro entrevistado corriera y recorriera el Luis Sitjar de Mallorca (el estadio al que sucedió Son Moix ) narrando como sólo lo saben hacer una estirpe de gente que ha nacido por y para comunicar: lo mismo delante de un micrófono que detrás de la barra de un bar. Armenteros es la voz, la segunda voz, el toque latino de 'Tiempo de juego'; entre su currículum resalta ser el timbre de aquel mítico «Pepe, un purito», en aquella otra publicidad y aquel otro fútbol, previo a que se entrara en un mundo dominado por el divismo....
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