Saúl Craviotto: "Mi prioridad ahora es poder llevar a las niñas al cole todos los días"
Saúl Craviotto (Lérida, 40 años) tiene ya su «Informe Plus+» (se puede ver en Movistar +). Es el deportista español con más medallas olímpicas, seis, pero por la calle le conocen más por ganar «MasterChef». El documental es un emotivo repaso a su carrera, desde los inicios hasta la gloria en los cinco Juegos en los que ha participado (Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020 y París 2024). Los sextos, en Los Ángeles, no están descartados, aunque ahora irá año a año. También repasa los obstáculos en el camino en forma de lesión o cuando pensó en dejarlo en 2015. Se llama simplemente «Craviotto», sin más añadidos, y en la presentación eso hace que salga a flote su timidez.
Su madre dice en el documental que es tímido. ¿Cómo pelea contra ello y cómo lleva lo de ser el español con más medallas?
Es una lucha constante. Hoy, por ejemplo [en la presentación], estaba nerviosísimo, no me gusta el tema «photocall», nunca sé qué hacer con las manos. Las entrevistas están bien, pero cuando me ponéis todos el canutazo, yo lo paso fatal. Nací tímido y soy tímido, va en mí, pero con el tiempo aprendes a manejar más herramientas, cuando pasas por una, otra y otra no te queda más remedio que aprender. No me gusta ser el foco de atención, me gusta pasar desapercibido, pero me ha tocado vivir afortunadamente un salto mediático... Quién me mandaría ir a MasterChef, también es culpa mía, ja, ja, ja.
En un deporte como el suyo se habla de ciclos olímpicos, con los Juegos como objetivo al final. Esta vez es distinto.
La mentalidad me ha cambiado, tendrá que ver mucho la edad. Con 40 años no puedo pensar con vista a cuatro años. No sé que va a ser de mí dentro de cuatro años, a nivel profesional, personal... Lo bueno de que el olimpismo sea cada cuatro años es que lo hace una competición más especial y mágica; lo malo, que queda mucho. Yo voy un poco paso a paso. Estoy «aterrizando», hago deporte todos los días, me encuentro bien, en forma... Igual no me atrevo a ser tajante y decir: «Pues lo voy a dejar»; igual en siete meses me entra la ambición y voy a por todas y digo: «Lo voy a intentar una vez más», o igual me retiro.
¿Ese deporte incluye la piragua?
Tres días a la semana hago kayak, tres días a la semana gimnasio, hago mucha bici, voy a correr... O sea, no paro.
[[QUOTE:PULL|||"En siete meses igual me entra la ambición y digo: ‘Lo voy a intentar otra vez ’; o igual me retiro...»|||SAÚL CRAVIOTTO]]
¿Cuál es el factor más determinante ahora para esa decisión?
Un poco ver cómo fluyen las cosas. Lo determinante son las prioridades. Ahora mi prioridad es poder llevar a las niñas al cole todos los días, pasar más tiempo de calidad con ellas; y si, por ejemplo, decido seguir y vuelvo a no pasar tiempo con mis hijas, a estar concentrado en Sevilla... Es como que, bueno, ahora mismo, ahora mismo, tengo otras prioridades que no estoy dispuesto a pagar.
¿Le dijo algo David Cal cuando rompió el empate a medallas?
No me acuerdo exactamente. Llevamos esta rivalidad en plan cachondeo. Nos llevamos muy bien, es un trozo de pan, muy amigo.
Hablando de cachondeo, su entrenador lo define como un «cabronazo». ¿Lio alguna en los Juegos de París?
Soy muy bromista, digamos que me gusta agobiar a la gente, y ellos a mí. Al final los cuatro [sus compañeros en el K4 son Germade, Cooper y Arévalo], con el entrenador [Miguel García] estamos todo el día chinchando. Son pijadas, por ejemplo, a Germade le dan pánico las arañas, pero pánico, tiene fobia, y compro de estas de plástico y se las pongo en la piragua, debajo de la almohada...
[[QUOTE:PULL|||"Soy cabroncete, con los compañeros y con el entrenador estamos todo el día chinchando"|||SAÚL CRAVIOTTO]]
Eso es hacer grupo también.
Sí, sí. Soy cabroncete, pero en ese sentido.
Sus hijas mayores, Valentina y Alejandra, ya son conscientes de quién es su padre.
En el día a día no me ven como olímpico, ni voy por casa y me dicen «papá lo que has conseguido». Hablamos de cosas... Pues que tengo un cumple este finde, cosas de papá y niña, no me ven como un olímpico. Las mayores sí fueron a París, la pequeña [Olivia] se quedó con unos cuñados, pudieron verme en unos Juegos, y espero que les quede ese recuerdo.
Habla en el documental de una experiencia cercana a la muerte, cuando con 13 o 14 años también hacía aguas bravas y no lograba salir de la piragua.
Fue durete. No se lo conté a mi madre. Llegué a casa y no le dije que casi muero, igual no me dejaba subir más. No es un deporte peligroso, pero fue una situación de estrés y te pones nervioso.
Las medallas brillan, pero el camino es duro: caerse, levantarse.
Puede parecer que mi carrera ha sido exitosa, que por supuesto que lo ha sido, pero está guay que en el documental se vean los momentos negativos. Tú cuando te planteas un reto como ir a unos Juegos tienes que saber que va a haber momentos así, que te van a hacer mejor. Aunque tú en ese momento lo veas todo negro y sin salida, estás en la mejor zona para ser mejor después. Ahí a cualquiera que se lo digas te va a decir: «Tú estás chalado, tío, estoy en la mierda». Pero pregúntale un año después si opina lo mismo.