Protoclone, el primer robot humanoide que posee esqueleto y músculos que ha cobrado vida con movimientos inquietantes
Los avances en robótica han alcanzado un nivel impresionante con Protoclone, el primer robot humanoide que posee esqueleto y músculos sintéticos creado por Clone Robotics, este androide hiperrealista cuenta con una estructura inspirada en la biomecánica humana, con más de 1,000 músculos artificiales y 206 huesos fabricados en polímero impreso en 3D.
Recientemente, la empresa reveló imágenes de Protoclone suspendido en el aire mientras flexiona sus extremidades con una fluidez asombrosa. Este nivel de movilidad, impulsado por una red de músculos artificiales denominados Myofibers, ha generado fascinación y desconcierto en redes sociales. Además, su innovador sistema de enfriamiento por microfluidos, similar al sudor humano, marca un hito en la robótica avanzada.
Protoclone: el robot que imita el cuerpo humano
El realismo de Protoclone no es casualidad. Su diseño está basado en la biomecánica humana, con una estructura interna que replica la anatomía de una persona. La empresa Clone Robotics ha desarrollado huesos de polímero impreso en 3D, que brindan resistencia y ligereza al robot, además de un sistema de 1,000 músculos artificiales Myofibers, que funcionan de manera similar a los músculos biológicos.
A diferencia de otros androides, Protoclone no depende de motores tradicionales, sino de una red de fibras contráctiles que generan movimientos naturales con más de 200 grados de libertad. Gracias a esta tecnología, el robot es capaz de realizar gestos y desplazamientos que se asemejan a los de un ser humano, acercándose a un nivel de movilidad sin precedentes en la robótica biomimética.
El desarrollo de Protoclone forma parte de la estrategia de Clone Robotics para fabricar androides cada vez más funcionales. La empresa planea lanzar 279 unidades bajo el nombre Clone Alpha en los próximos meses, con preórdenes previstas para este año.
¿Cómo funciona el sistema de movilidad de Protoclone?
Uno de los aspectos más innovadores de Protoclone es su capacidad para regular su temperatura mediante un sistema de enfriamiento por microfluidos. A diferencia de otros robots que dependen de ventiladores o disipadores térmicos, Protoclone utiliza un mecanismo que imita el sudor humano, permitiéndole mantenerse en óptimas condiciones térmicas mientras ejecuta tareas complejas y repetitivas.
Este mecanismo de enfriamiento es crucial para su rendimiento, ya que evita el sobrecalentamiento de los músculos artificiales, lo que prolonga su autonomía y mejora su eficiencia. Combinado con su avanzada estructura ósea y su sistema muscular, esta innovación acerca a Protoclone al concepto de un androide con movilidad natural.
La creación de robots hiperrealistas como Protoclone plantea desafíos técnicos y éticos. A medida que estos androides se asemejan más a los seres humanos, surgen preguntas sobre su integración en la sociedad y sus aplicaciones en distintos sectores.
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