Llegando al templo de los Lakers vestido de calle, Luka Doncic se presentaba a la chocante cita ante los que jamás hubiera dicho que serían sus ex con un rostro serio, lejos del posado risueño que tantas veces luce ante las cámaras en las grandes ocasiones. Nada de miedo sino concentración por parte del ex del Real Madrid, la recibida en su nueva casa a los Dallas Mavericks iba a ser hostil por su parte, reservando su primer triple-doble como laker para el primer de muchos ajustes de cuenta con el equipo que le traicionó, 19 puntos, 15 rebotes y 12 asistencias para empezar la historia de su venganza con una victoria (107-99).
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