La venganza de Luka Doncic ante los Mavericks con triple doble incluido
En su quinto partido como "laker", ante el que fue su equipo, los Dallas Mavericks, Luka Doncic sumó su primer triple doble con la franquicia californiana, el número 81 de su carrera. La victoria de los Lakers ante los Mavs (107-99) no podía tener otro protagonista. Y el esloveno firmó 19 puntos con una mala carta de tiro (6/17 en tiros de campo y 1/7 en triples), 15 rebotes, 12 asistencias, 3 robos y 2 tapones en 35 minutos.
El público del Crypto.com Arena gritó en varios ocasiones "Gracias Nico, gracias Nico". Y es que el mánager general de los texanos, Nico Harrison, presenció el partido en directo y fue uno de los principales actores en el traspaso de Doncic después de seis campañas y media sobresalientes en los Mavericks. El otro protagonista del traspaso, Anthony Davis, recibió un homenaje de los Lakers, con quien ganó en anillo en 2020, pero no jugó por problemas físicos.
El desarrollo del partido dejó dos claves de lo que pueden ser los Lakers en las próximas semanas. Doncic se fue por encima de los 30 minutos en pista y fue determinante en los dos primeros cuartos cuando ya se vaticinaba por sus números que iba a sumar un triple doble. Su presencia en la primera parte del partido permite a LeBron James llegar más fresco a los instantes decisivos y eso resulta determinante. LeBron se desató en el último cuarto con 16 puntos y acabó con 27 y 12 rebotes. Las dos estrellas no estuvieron solas. Austin Reaves aportó 20 puntos y Hachimura, 15 y 6 rebotes. Los Lakers sumaron su novena victoria en los últimos once partidos (las sorprendentes derrotas llegaron ante los Jazz y los Hornets, dos de los peores equipos de la Liga) y son cuartos en la Conferencia Oeste con 35-21 a la caza de Grizzlies y Nuggets.
Doncic, fresco físicamente, hizo de todo en los primeros minutos. No anotó el primer triple que intentó, pero en el primer cuarto repartió cuatro asistencias, cogió siete rebotes, puso un tapón, sumó un robo y 9 puntos, con un dos más uno y un triple incluido, que celebró a gritos y con la mirada fija en el banquillo de Dallas.
"No tuvo una gran noche con los tiros, pero hizo muchas jugadas para los compañeros y también tuvo algunas buenas jugadas defensivas. Estaba preparado para jugar y es lo que esperaba", comentó su entrenador JJ Redick.