La asesora de Begoña Gómez en Moncloa niega haber presionado a la Complutense para beneficiar a la esposa del Presidente

Cristina Álvarez, asesora de Begoña Gómez en la Moncloa, ha comparecido durante unos pocos minutos este miércoles ante el juez Juan Carlos Peinado. Después de solicitar ser informada sobre los hechos concretos que se le imputan, Álvarez ha contestado a varias preguntas de su abogado para negar cualquier tráfico de influencias en su labor de gestión de los negocios de la esposa del Presidente del Gobierno. Rechazando, entre otras cosas, haber ejercido cualquier tipo de presión a la Universidad Complutense en los correos electrónicos que cruzó con los responsables del centro por los dos másters y la cátedra que Gómez mantuvo allí durante años.

Es la segunda ocasión en que Álvarez acude a declarar ante el juez Peinado en la causa que investiga desde el punto de vista penal cada hito profesional de la esposa del Presidente del Gobierno desde la moción de censura de 2018. En un primer momento lo hizo como testigo pero el juez, como sucedió con el empresario Juan Carlos Barrabés, el exconsejero Juan José Güemes y el decano Joaquín Goyache, decidió que debía volver a declarar acompañada por un abogado. Lo hizo después de que varios altos cargos de la Complutense diesen importancia al papel que Álvarez jugaba en sus comunicaciones con Gómez para gestionar los dos másters y la cátedra.

Lo primero que ha hecho Álvarez tras llegar al juzgado es reclamar ser informada correctamente de los hechos que se le atribuyen. Un asunto, la falta de argumentos en los autos en los que Juan Carlos Peinado imputa y llama a declarar a los testigos, que preocupa incluso entre las acusaciones populares ultras: se han dirigido por escrito sin éxito al magistrado para que justifique la imputación de esta asesora de Moncloa. Después de acudir sin éxito a la mesa del Letrado de la Administración de Justicia, que no ha sabido especificar el motivo de su imputación, ha vuelto a la sala para contestar a varias preguntas genéricas de su abogado.

En la comparecencia, explican fuentes del caso, Álvarez ha rechazado que existiera algún tipo de tráfico de influencias en la relación de Begoña Gómez con la Universidad Complutense y que ella fuera correa de transmisión de esa presión en los correos que mandaba en su nombre. También ha negado haber ejercido presión sobre las empresas que patrocinaban la cátedra extraordinaria de la esposa del Presidente del Gobierno.

Otro de los testigos ha sido Alfredo González, alto cargo de Moncloa que gestionó el nombramiento de Álvarez, que ha explicado ante el juez que con el cambio de Gobierno de 2018 tramitó cerca de un centenar de nombramientos de cargos de confianza y no recuerda específicamente el de Álvarez, a la que además no conoce. Peinado, según estas fuentes, se ha mostrado muy extrañado y ha llegado a preguntar si para acceder a un cargo de confianza no hay que presentar un currículum o superar una oposición, a lo que González ha contestado negativamente.

La propia Begoña Gómez negó haber usado su matrimonio con Pedro Sánchez para promocionar su carrera profesional tanto en la Universidad Complutense, con la que colaboraba desde 2012, seis años antes de la moción de censura que le llevó a la Moncloa, como en el Instituto de Empresa. “Jamás”, dijo en una decena de ocasiones cuando su abogado realizó preguntas en ese sentido según el audio de su declaración como investigada.

Este miércoles también estaban llamados a declarar varios trabajadores de la UCM así como representantes de Google, Telefónica e Indra por el software que desarrollaron para su uso en la cátedra extraordinaria recientemente cancelada por el centro. Según HazteOir, cuya querella impulsa la investigación de Peinado, Gómez se apropió ilegalmente al haberlo registrado en una página web a su nombre. Los representantes de Google e Indra tendrán que ser llamados a declarar más adelante por un error en su identificación.