No hay partido en el que
Vinicius y la grada del rival no tenga un lío. Parece que solo pueda jugar tranquilo en el Santiago Bernabéu el brasileño, que ante el
Real Betis no tuvo un partido destacado y salió sin haber ni marcado ni asistido y con impotencia por unos minutos finales en el que
Aitor Ruibal se lo comió.
Seguir leyendo...