Добавить новость
ru24.net
World News in Spanish
Март
2025
1 2 3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31

¿Cómo operan los ‘brokers’? Marco Ebben, Zhenli Ye Gon y Tomoiyi Marx Yu no son un mito

0
Un portón se abre y rompe el silencio que flota en la madrugada, alrededor del penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, Estado de México. Es un crujido de metales que avisan a los abogados y familiares reunidos en el estacionamiento que las fauces del penal se están abriendo para devolver a la libertad a una presa molida por años de encierro.Sucede varias veces por semana. La mandíbula de Santiaguito abre a deshoras, regurgita y se cierra otra vez. Casi siempre devuelve a mujeres de cabello cano y mirada ojerosa que entraron siendo jóvenes por robo, secuestro o delitos contra la salud. Pero el 8 de mayo de 2022, a las 2:16 de la mañana, el penal devuelve a las calles a una mujer con un aspecto peculiar: la única de origen asiático entre las casi 500 internas. Una señora que alguna vez ostentó un poder tremendo: Tomoiyi Marx Yu.Viste un pants azul y una sudadera negra tan grande que la hace ver más pequeña que sus 162 centímetros de altura. En sus manos carga una bolsa de plástico con las pertenencias que llevaba cuando la detuvieron en marzo de 2007. Aunque ronda los 55 años camina con dificultad hasta los brazos de sus abogados, quienes ya la esperan en el estacionamiento de la cárcel con un boleto de avión –sólo ida, sin retorno– fuera del país, probablemente a China, su país natal.Su estancia no ha sido la de cualquier interna en Santiaguito. En un país donde menos del 2% de las acusaciones por delincuencia organizada llegan a una sentencia, Tomoiyi ha sido una de las pocas personas con un castigo inapelable por ese delito, además de que ha cumplido simultáneamente sus sentencias por operaciones con recursos de procedencia ilícita y posesión de armas y cartuchos de uso exclusivo del Ejército. Una rareza en el sistema judicial mexicano.Ella por sí misma es una delincuente extraordinaria, según la justicia mexicana. Cuando era una mujer libre integró una comunidad exclusiva conocida en el mundo criminal como brokers, cuya función es conectar a mafias de un continente con otras y facilitar que hagan negocios sucios. Personas que hacen posible, por ejemplo, que un capo michoacano tenga departamentos en Turquía o que un terrorista nigeriano tenga inversiones en criptomonedas en Malasia.En el aparcamiento de Santiaguito, alumbrada apenas por los faros de los vehículos de sus abogados, Tomoiyi Marx Yu luce muy distinta que hace 15 años, cuando agentes de la extinta Procuraduría General de la República entraron a su mansión en Lomas de Chapultepec–la colonia de las familias más ricas de México– y la sorprendieron con armas de alto calibre y 206 millones de dólares en efectivo, las ganancias del tráfico de precursores químicos para elaborar drogas sintéticas.Tomoiyi Marx Yu fue acusada, procesada y sentenciada como una prolífica vendedora de armas y una hábil lavadora de dinero para las mafias chinas y los cárteles mexicanos, pero su faceta más conocida es la de socia y pareja de otro criminal de cuello blanco que usaba su empresa –Unimed Pharm Chem– para llenar de efedrina las manos de los principales líderes del Cártel de Sinaloa. Su esposo es Zhenli Ye Gon, el empresario chinomexicano más recordado por su frase “Coopelas o cuello”. Tras abandonar aquella madrugada el penal, hoy Tomoiyi vive libre en un paradero desconocido, mientras que él sigue preso en México. Ambos, en libertad, fueron una de las parejas de brokers más poderosas del mundo criminal.Los brokers se ganan la vida conectando a criminales por todo el mundoCasi nunca hablamos de ellas y ellos, mujeres y hombres de negocios. No porque no queramos, sino porque sabemos poco de ellos. O mejor dicho, casi nada. Los criminales más famosos recurren a ellos cuando están en problemas o necesitan comprar un favor, o cuando han adquirido un departamento en Catar para esconderse y requieren ponerlo a nombre de un testaferro confiable. Los contrata el capo que necesita traer desde China precursores químicos para “cocinar” fentanilo, pero no sabe hablar mandarín. Les compra una asesoría el pandillero que necesita abrir una cuenta de banco en paraísos fiscales para depositar sus ganancias en efectivo, pero que ni siquiera cuenta con un carnet de identidad y jamás en su vida ha usado una tarjeta de crédito. El líder de la pandilla carcelaria les hace un pago cada mes, durante un año, para que consigan una identidad falsa a sus hijos que les permita iniciar una nueva vida del otro lado del mundo. Les paga el narcotraficante tamaulipeco que necesita una parvada de avionetas para llevar cocaína de un lado a otro y que sólo se pueden comprar en Europa a través de una empresa legal y que pague impuestos, desde luego.​Una broker es una traductora que habla diez idiomas y que, en lugar de trabajar en la sede de las Naciones Unidas, prefiere trabajar como intérprete del Comando Vermelho de Brasil y una decena de organizaciones terroristas africanas que se pelean por venderles armamento. Es el empresario de limpia reputación que aconseja a un supremacista blanco sobre cuáles son las mejores compras y ventas de criptomonedas para esconder su fortuna.Es la asesora inmobiliaria que contratan las mafias de Los Balcanes para hacer inversiones en los resorts más exclusivos del Pacífico. El abogado con experiencia de más de 30 años manejando los testamentos de los mafiosos italianos, sea cual sea su familia. El traficante de armas que un jefe de sicarios de La Mayiza necesita contratar para llevar a Sinaloa el armamento de última generación que se compra en las armerías de Israel.“¿Nunca lo habías pensado?”, me pregunta ‘Logan’, un veterano agente de la Interpol que ha sido mi fuente desde que lo contacté para un documental. “Si eres un criminal mexicano, lo más probable es que sólo hables español, no tengas pasaporte ni forma de salir al extranjero sin que te detengan apenas pongas una huella digital, ¿cómo entonces puedes hacer negocios en, por ejemplo, la India?"“Necesitas un broker. Alguien que se gana la vida ofreciendo sus servicios conectando a criminales de un lado del mundo a otro. Es una tarea compleja porque no sólo hay que romper con la barrera del idioma, sino conocer los negocios internacionales, regulaciones nacionales, incluso el sistema de impuestos de cada país –porque todos los criminales pagan impuestos, todos–. Estamos hablando de gente de alto nivel que convierte a criminales locales en capos internacionales”, dice Logan.Una exquisita bolsa de trabajo para el crimen organizadoSu mejor ejemplo es imaginar a un freelance de altos vuelos. Un criminal sin ataduras a ningún grupo internacional que trabaja sólo si tiene tiempo y si el precio es el adecuado. Un proveedor en una bolsa de trabajo a la que tienen acceso mafiosos, capos, pandilleros, fugitivos y terroristas que necesitan un trabajo fuera de los límites geográficos de su poder. “Te estoy hablando de ricos, banqueros, políticos, militares de élite, políglotas que han trabajado en las empresas globales más importantes [...], pero prefieren ser millonarios cobrándole al crimen”, dice Logan. “Su poder está dividido en partes iguales: su capacidad para resolver las necesidades de su cliente y su habilidad para moverse como sombras, sin levantar sospechas”.Un broker hábil sólo es conocido por sus clientes y la Interpol. Y uno descuidado aparece en las primeras planas de los diarios internacionales, cuando se descubre su verdadera identidad y cae preso o muerto, como le pasó en México a la dupla asiática de Tomoiyi Marx Yu-Zhenli Ye Gon, el chino Zhi Dong, el italiano Iván Fornari y un puñado más. O como le sucedió al holandés Marco Ebben.Unos sicarios abatieron a Ebben el 13 de febrero pasado, se adelantaron a la Secretaría de Marina que iba por él. Alguien sabía que estaba por ser detenido por las Fuerzas Armadas de México y necesitaba asegurarse que no revelara secretos. Cuatro disparos garantizaron el silencio del poderoso traficante de armas de alcances globales, que cruzó medio mundo –contratado por La Mayiza– para llegar a México y reforzar la “guerra en Sinaloa”... sólo para encontrar la muerte en Atizapán, Estado de México, con una falsa identificación de agente de la DEA entre sus ropas.El ‘broker’ que abrió una ruta hasta Australia con funcionarios corruptos“Hay otros brokers que son leyenda, mi hermano”, afirma Logan. “De esos, nosotros, en la Interpol, conocemos sólo su alias, una foto vieja o una última ubicación hace varios años, aunque también sabemos que son de alta prioridad porque son los que realmente construyen a gente como El Chapo Guzmán oEl Mencho”.Uno de estos desconocidos es Four. Nadie sabe cómo es su rostro, su edad aproximada o nacionalidad. Sólo quienes están metidos hasta el cuello en los negocios sucios saben cómo y dónde encontrarlo para que les abra una ruta segura de metanfetaminas y fentanilo, de Oceanía a América. Su apodo es tan famoso entre los agentes de la Interpol porque se ha convertido en el sinónimo de un arresto imposible. En los años 2010 se creía que su existencia era un mito del tamaño de Pie Grande; luego, en 2019, agentes de la Policía Federal de Australia se toparon con su voz en una serie de intervenciones telefónicas contra otro ‘broker’, de nombre Joseph Hakan Ayik, de origen australiano-turco. Hakan Ayik había iniciado su carrera criminal como distribuidor de esteroides para los integrantes de un grupo ilegal de motociclistas conocidos en Sydney como “Comancheros”. Así se hizo amigo de un mafioso chino de mediano nivel, Mark Kong Ho, de quien aprendió el negocio de los laboratorios clandestinos en Camboya y Tailandia. Usó esa amistad para absorber todo el conocimiento posible y abrió su propia ruta de precursores químicos ilegales usando “puertas”, es decir, funcionarios corruptos que permitían la entrada y salida de sus productos a destinos tan lejanos como Sudáfrica.Pronto, a los 31 años, tenía un imperio de mil 200 millones de dólares con trabajadores y socios en cuatro continentes, incluyendo América, donde ponía a disposición de los cárteles colombianos las “puertas” que se abrían con sus órdenes. Si hubiera sido el director ejecutivo de una empresa legal, su crecimiento y fama exponencial hubiera llegado fácilmente a la portada de la revista Forbes.Pero Hakan Ayik quería llegar más lejos. Su ambición era hacer negocios con los clientes más ricos y despiadados del mundo, es decir, los cárteles mexicanos. Y como no sabía cómo llegar por su cuenta hasta el Cártel de Sinaloa, a finales de 2017 buscó quien tuviera esa dirección. El célebre Four era el indicado.Ambos discutieron por teléfono sus planes, sin saber que los móviles de Hakan Ayik estaban intervenidos por agentes australianos y de la Interpol. Gracias a eso, se supo que el australiano-turco, con todo y sus millones, trabajaría para Four en el envío de metanfetamina líquida hasta México. El misterioso broker le dijo que tenía acceso a grandes empresarios tequileros que prestarían sus envases para camuflar la droga. Ese es su valor: tener siempre en el directorio a las personas indicadas.Aún quedan dudas si esos negocios se llevaron a cabo. Un cambio de móviles tapó los oídos de la Interpol y se perdió el rastro de esas negociaciones. Lo único cierto es que Hakan Ayik fue detenido en noviembre de 2023 en Estambul, Turquía, y su arresto causó conmoción en la prensa internacional por su fortuna y estilo de vida lujoso. Uno de los criminales más buscados en el planeta había sido detenido y con él se reavivó la discusión del valor de ir tras estos “facilitadores” para dar golpes significativos al crimen organizado. Four, en cambio, sigue libre. En la Interpol aún creen que atraparlo es tan imposible como esposar el viento o enrejar el humo.Los ‘brokers’ chinos permitieron a cárteles mexicanos abrir nuevas líneas de negocio“Déjame seguir en el terreno de los ejemplos”, dice Logan, entretenido, explicando todo lo que cree saber de un mundo criminal que es abstracto incluso para un experimentado agente antidrogas como él. “¿Crees que un miembro de Los Guerreros Unidos va a Chicago a buscar en los bares o callejones a quiénes le reciban kilos de cocaína?”.El broker también vende su ojo crítico. Su trabajo incluye unir a dos o más grupos criminales que no se conocen, que desconfían de todo y todos y resolver sus inquietudes para que lleguen a un acuerdo comercial. Para lograr esos pactos, debe recopilar información, procesar datos y poner su prestigio –y la cabeza– sobre la mesa.“[Zhenli] Ye Gon [y Tomoiyi Marx Yu] explotó su negocio legítimo de productos farmacéuticos para permitir que los cárteles de la droga mexicanos ingresaran en nuevas líneas de negocio y crear oportunidades de mercado para productores chinos de precursores químicos [...]. Usaron su conocimiento de diferentes idiomas y sus contactos en países geográficamente distantes, como un capital humano altamente valioso”, se lee en el estudioDark Networks, Transnational Crime and Security: The Critical Role of Brokersdel Journal of Illicit Economies and Development.La mayoría son millonarios porque sus comisiones son jugosas y no es para menos: su trabajo es probablemente uno de los de mayor riesgo en los mercados negros. Un cálculo mal hecho, un error en la traducción o una conversación indiscreta puede hacer que sus contratantes terminen haciendo negocios con un agente encubierto de la DEA o un militar disfrazado de pandillero. O con gente poco seria, incluso para los estándares del crimen organizado que no cumplan su parte y roben la mercancía y el dinero.Y entonces no habrá rincón del mundo tan pequeño y alejado para esconderse, porque también existen brokers cuyo servicio es matar a otros brokers que traicionan o se equivocan. El error se paga igual.Su importancia es tal que pueden paralizar por completo un negocio sucio multimillonario. Su muerte o arresto es capaz de sacudir economías en polos opuestos, como la ausencia del presidente de un país pequeño. Cualquiera sustituye a un patrón de sicarios o un jefe de plaza, pero casi nadie puede reemplazar a estos facilitadores y sus conocimientos.Llámalos como quieras. Brokers, facilitadores, intermediarios, puentes criminales o conectores de fronteras. Detrás del telón son quienes mueven los hilos invisibles del crimen organizado. Ellos son los criminales favoritos de los delincuentes más temidos.GSC/ATJ



Moscow.media
Частные объявления сегодня





Rss.plus




Спорт в России и мире

Новости спорта


Новости тенниса
ATP

Стефанос Циципас стал победителем турнира ATP 500 в Дубае






Один человек пострадал при возгорании на территории автосервиса в Москве

Как выбрать оригинальный подарок на 8 Марта

Нижегородцы могут присоединиться к всероссийской акции «Игрушка ветерану»

147 работников в Москве заразились кишечной инфекцией после обеда компании