Marko Dmitrovic se marchó del Sevilla el pasado verano. El portero serbio puso fin a su etapa en el cuadro nervionense y se marchó al Leganés para dar continuidad a su carrera. El guardameta recuerda su trayectoria como sevillista en una extensa entrevista concedida a Relevo . «Terminé mi última temporada en el Sevilla y sabía que lo mejor para todos era que saliese . Ese último año fue muy difícil para mí a nivel personal y profesional... No es que perdiese las ganas de demostrar, pero sabía que tenía que salir, cambiar de aires y de volver a ser yo, porque yo sé que si estoy al 100% soy un portero muy bueno y muy fiable. En Sevilla, sobre todo en el último año, no podía demostrar lo que era y notaba que era momento de volver a encontrarme . No me vuelvo loco para saber las razones: puede ser que no fuese el equipo para mí, que necesitasen otro perfil de portero... Sabía que el club tampoco me iba a parar a la hora de cambiar de aires , porque ambos veíamos con buenos ojos salir», señala Dmitrovic que entiende que la competencia con Bono no se lo puso fácil: Después de muchos años, me encontré como portero suplente otra vez. No fue sencillo para mí, porque los tres años del Sevilla fueron muy duros , también con momentos puntuales buenos y positivos por los trofeos, pero el puesto de portero suplente es muy complicado. No puedes relajarte porque nunca sabes cuándo te va a tocar jugar y cuando te toque tienes que demostrar, y eso no es fácil si no tienes ritmo. En el segundo año, jugué bastante y le quité el puesto a Bono. Cuando se fue, sí que me vi proyectado como el número uno del Sevilla, pero en pretemporada pude hacerlo mejor , encontrarme mejor». «Me puse una presión extra a mí mismo: 'Ahora tienes que brillar, tienes que demostrar'. Y no. Tengo que disfrutar día a día y luego las cosas salen. Ese es el camino correcto. Tenía que haber estado más focalizado a mi trabajo, pero no empecé bien. Estaba un poco frustrado porque no rendía bien », comenta revelando que « en el tercer año, cuando Mendi me quitó, pasé un momento muy malo, sin ánimos y sin ganas . Tuve que reaccionar y no tenía tanta fuerza de revancha como otras veces. Estaba desgastado y era el momento de cambiar de aires». Eso sí, Dmitrovic asegura que «no tengo nada que reprochar al Sevilla, fueron tres años maravillosos y son cosas del fútbol» . Con respecto a su salida final de Nervión, reconoce que «tampoco podía esperar muchas ofertas» y que priorizaba «encontrar un club en el que vuelva a ser yo desde la mañana». «Quería ir al trabajo con sonrisa, competir, sobre todo, conmigo mismo, exigirme al máximo. Quería volver a ser el Marko de siempre, sentirme importante, volver a sonreír y trabajar duro, que es algo que en Sevilla perdí», agrega.