Добавить новость
ru24.net
World News in Spanish
Март
2025
1 2 3 4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31

‘Aún estoy aquí’: la importancia de no olvidar

0

FIRMAS PRESS.- Hace casi 30 años, Walter Salles nos deslumbró con el filme Estación Central de Brasil. El director de cine brasileño lo ha vuelto a hacer con su nueva película, Aún sigo aquí, que el domingo, en la noche de los Óscar llegó como una de las favoritas en las categorías de Mejor Película Internacional y Mejor Actriz Principal, y se quedó con el primero de estos dos galardones.

A Salles le interesa incursionar en la memoria colectiva y también en la propia memoria de su cine; por eso, si en 1998 tuvo como protagonista a la actriz Fernanda Montenegro, una de las grandes del cine brasileño, en una historia con profundo calado social, en 2024 el personaje principal de Aún estoy aquí lo interpreta la hija de Montenegro, Fernanda Torres, digna heredera del buen arte de su madre.

Su nueva película se sitúa en los años 70, cuando la dictadura militar arreciaba en el país bajo la bota de Humberto de Alencar Castelo Branco después del golpe de Estado perpetrado en 1964. La dictadura se prolongó hasta 1985 y, en el transcurso de gobiernos sucesivos con mano de hierro, hubo cientos de desaparecidos, torturados y persecución a la libertad de prensa. En suma, fueron años de terrorismo de Estado en nombre de la cruzada anticomunista, antiguerrilla y, sobre todo, con el ánimo de aplastar toda manifestación de autonomía que contraviniera el ideario fascista nacionalista de la cúpula militar.

El gran valor de Aún estoy aquí, además de su mérito artístico, es el afán de Salles de rescatar la memoria histórica del empeño de un sector de la sociedad en instalar la desmemoria; fueron años tenebrosos en los que cualquier persona “sospechosa” podía acabar en calabozos con interrogatorios al margen de la ley y, si no sobrevivía a la macabra odisea, dar con sus restos en fosas comunes. Así se acumularon los desaparecidos, a quienes sus seres queridos ni siquiera podían llorar porque no había nada oficial que atestigüe que fallecieron en manos de sus verdugos.

Lo más demoledor del filme es que no es una historia inventada, ya que está inspirado en la desaparición, en 1971, del exdiputado del Partido Laborista Rubens Paiva, quien mantenía vínculos con exiliados de izquierdas. Salles, que en su juventud conoció a la familia Paiva, primero nos presenta a la familia, compuesta por el político, su esposa Eunice y sus cinco hijos en un entorno de clase media alta en Río de Janeiro. El clan Paiva es vibrante y su casa es centro de reunión de periodistas, profesionales, artistas; los hijos, cuatro chicas y un chico, son alegres y compaginan el colegio con el ocio. Pero en el ambiente luminoso de las playas cariocas, se siente la presencia de soldados armados que rondan las calles y cachean a la juventud en la guerra sin tregua contra las acciones de la guerrilla de extrema izquierda. En ese entonces, llevar melena larga podía ser un elemento subversivo. El matrimonio Paiva, Marcelo y Eunice, se preocupa cuando sus hijos salen y, por el compromiso político del padre, cualquier movimiento puede ser un paso en falso.

De un momento a otro, esa existencia vulnerable pero feliz se quiebra en mil pedazos: unos sujetos vestidos de civil irrumpen en el hogar de los Paiva y se llevan al cabeza de familia a unos de los temidos centros de detención de donde era difícil salir indemne. Es entonces cuando Salles –que sigue el hilo conductor del libro de memorias que el hijo de Paiva escribió sobre este traumático episodio– se centra en la figura de la esposa, Eunice, convertida de la noche a la mañana en la figura de autoridad de un núcleo que de pronto se ve indefenso. Es, también, la evolución de esta mujer, hasta entonces volcada en criar a sus hijos. Ella no solo defiende a su prole de la barbarie institucional, pero también enarbola la causa de su esposo, cuya desaparición se eternizó (los militares llegaron a negar que lo habían detenido a la fuerza), hasta que en 1996 el gobierno acabó por reconocer que Paiva había muerto en cautiverio. Y no fue hasta 2014 cuando Eunice, para entonces una abogada especializada en los derechos de los indígenas en la Amazonia, recibió el certificado de defunción de su compañero de vida.

¿Es Aún estoy aquí una película más sobre los desaparecidos bajo las dictaduras militares en América Latina? Podemos mencionar filmes notables como las argentinas La historia oficial y Argentina 1985, o la americana Desaparecido, sobre un periodista estadounidense que formó parte de los desaparecidos en Chile bajo Pinochet. La cinta de Salles refuerza la importancia, como asegura el cineasta brasileño, de no “perder la memoria colectiva”. Lo mismo puede decirse de la extensa filmografía sobre el Holocausto. Nunca es suficiente para reiterar el mensaje de “Nunca Jamás”.

Aún estoy aquí es una de esas películas que deberían proyectarse en las escuelas, para que los jóvenes, a veces ajenos a sucesos barbáricos no tan lejanos, mediten sobre lo que está en juego cuando el terror lo ejerce el gobierno. ¿Quién iba a decirnos que, en Estados Unidos, hace tan solo unos días, en un cónclave de figuras internacionales de la ultraderecha, lanzarían discursos de odio con el brazo alzado emulando el saludo nazi? Cuánto les gustaría a los extremistas que olvidáramos los horrores del fascismo o el comunismo. Aún estoy aquí es una vacuna contra ese olvido al que no podemos sucumbir.

X: ginamontaner

Gina Montaner es periodista




Moscow.media
Частные объявления сегодня





Rss.plus




Спорт в России и мире

Новости спорта


Новости тенниса
WTA

Теннисистка Андреева выбыла из топ‑10 мирового рейтинга WTA






Более 300 тысяч рублей: Молодая жена Петросяна погрязла в долгах за коммуналку

Кузбасская филармония удивит зрителей новыми проектами и фестивалями в 2025 году

Владимир Ефимов: Строящаяся школа в Ново-Переделкине готова уже на 60 процентов

Культовые песни группы «Кино» прозвучали в столичном главке Росгвардии