Amor y odio hacia Trump en el discurso más largo ante el Congreso
Amado por unos y odiado por otros, Donald Trump recurrió a su experiencia en los programas de telerrealidad para seducir a sus seguidores y provocar a sus rivales en el discurso más largo dado por un presidente estadounidense ante el Congreso.
Aunque la intervención se suponía dirigida a todos los legisladores y al conjunto de la nación, el republicano sonó como si todavía estuviera en campaña, dirigiéndose a sus oponentes solo para lanzarles pullas.
Las ovaciones y vítores de las filas republicanas, que entonaban eufóricos gritos de "USA, USA" tras cada mofa de Trump, contrastaron con los rostros largos y serios de los demócratas, muchos de ellos luciendo banderas de Ucrania.
La polarización quedó patente desde la misma entrada triunfal de Trump. Una congresista demócrata mostró entonces un cartel con la frase "Esto no es normal", que le quitó rápidamente y lanzó al suelo un rival republicano.
A los pocos minutos, la sesión quedó interrumpida por el congresista demócrata Al Green, que se levantó y gritó al presidente: "No tienes mandato", una protesta que quedó ahogada por los cánticos de los republicanos y que le valió la expulsión.
Conocedor de los códigos del espectáculo, Trump estuvo en su salsa tanto en el papel de cómico como de estrella, dirigiendo varios momentos memorables desde el estrado.
Así, designó a uno de sus invitados, un niño de 13 años que superó un cáncer, como miembro honorario del servicio secreto, o llamó a un estudiante del público para comunicarle que había sido aceptado para estudiar en la prestigiosa academia militar de West Point.
- Solidaridad demócrata con Ucrania -
Después de la bronca del viernes en la Casa Blanca entre Trump y su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski, muchos legisladores demócratas aprovecharon el discurso sobre el Estado de la Unión para mostrar su apoyo a Kiev.
Los colores amarillo y azul de la bandera ucraniana se dejaron ver en bufandas, corbatas y lazos en la solapa de los demócratas, que acusan a Trump de traicionar a su aliado invadido por Rusia.
Otras representantes de la oposición demócrata optaron por vestimentas de color rosa para protestar contra lo que consideran las políticas antifeministas de la administración Trump.
Algunos demócratas incluso abandonaron la cámara antes de que Trump se lanzara con su discurso. Una de ellas, la representante de Texas Jasmine Crockett, se quitó la chaqueta para lucir una camiseta con el lema "Resistir".
- Musk, el espectador -
De hecho, si Trump se imaginaba un discurso ante una cámara repleta, se habrá ido decepcionado.
A los demócratas que anunciaron desde un buen comienzo su ausencia se les sumaron un goteo constante de opositores que dejaban la sala cuando los 30 minutos se convirtieron en una hora, y la hora en hora y media.
No falló Elon Musk, el hombre más rico del mundo y el encargado de Trump para recortar el gobierno federal que observaba desde la galería, esta vez como mero espectador del drama.
Pero incluso así consiguió atraer la atención de las cámaras de televisión cuando Trump pidió un aplauso para el magnate cuyos millones ayudaron en la campaña del republicano.
Horas antes de la llegada de Trump, una docena de manifestantes hacía guardia frente al Capitolio con carteles donde se leía: "Levántense frente a la tiranía" o "Musk tiene que irse".
Pero los planes de Trump no van en esa dirección: "Solamente estamos empezando", dijo en su discurso.
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