En los últimos tiempos el aspecto psicológico ha tomado una gran relevancia en el mundo del deporte, las competencias ya no solo se disputan y ganan en los centros deportivos; también en el plano mental, en esa capacidad que tiene el deportista para sentirse, verse y convencerse de ser capaz de alcanzar el éxito. Sin embargo, desde siempre, el aspecto mental ha sido parte del ser humano, pues se dice que el cerebro es el órgano más importante del cuerpo. En el marco de la conmemoración del 8M, Claudia Rivas, coordinadora de psicología del Club América, habla en entrevista con MILENIO-La Afición de cómo se ha construido -desde lo mental- un equipo tricampeón que ha sido capaz de superarse y seguir manteniendo el hambre de más gloria. Llevas una vida en la psicología y el futbol.Sí, crecí viendo partidos, era viernes, sábado, domingo. Después mi mamá falleció cuando yo era muy joven y Pumas nos adoptó a mi papá (Octavio Rivas) y a mí; entonces, toda mi vida ha sido el futbol. Yo empiezo a apoyarlo a él desde el tercer semestre de la carrera y eso me dio el aprenderle, el vivirlo de primera mano y tener la posibilidad de aprender de los protagonistas de esta historia que siempre serán los jugadores. ¿Cómo se entrena el cerebro en el deporte?El cerebro es maravilloso, es un órgano que tiene muchas funciones que conocemos poco. En el caso de los deportistas pues se entrena mucho con base a sus objetivos, no los míos; por supuesto hay una línea desde la institución, qué objetivo tiene el deportista, qué pensamientos le conviene entrenar, cómo le conviene entrenar y gestionar sus emociones y hábitos y conductas que sean proactivas y que vengan alineadas a ese objetivo. ¿Cuál es tu papel dentro de la institución? Soy un poquito como navaja suiza, soy coordinadora de la área de psicología, por lo tanto me toca revisar los programas en fuerzas básicas de psicología, hacer el plan de carrera, intercambiar todos los proyectos con mi equipo de trabajo, a riesgo de sonar soberbia y de verdad que lo digo con muchísima humildad, yo creo honestamente que el Club América tiene la mejor área de psicología del deporte, porque cada uno de los psicólogos del deporte aquí están preparados, tienen cancha y tienen esta pasión por el trabajo. En el primer equipo yo diría que la función del psicólogo del deporte es ser un aceite, un aceite que ayuda a que la maquinaria funcione, por supuesto necesita haber maquinaria, porque por muy buena psicología si la verdad los jugadores son flojos o si los jugadores no trabajan o si el técnico no tiene esta vocación de trabajo que tiene André y esta genialidad. Mi trabajo es recordarles cada mañana de partido lo grandes que son; nosotros queremos resultados y queremos seguir ganando, pero no a costa de la salud ni física ni emocional; entonces, es un trabajo multifuncional y plurifuncional con el equipo.¿Cómo se gestionan las emociones en un club como América, que es un huracán todos los días? Hay todo un blindaje institucional, hay reglas no escritas, pero que vivimos. En alguna entrevista nuestro técnico lo decía, 'en América no nos quejamos', no nos lamentamos, seguimos, y si no nos parece cierta marcación, ciertas situaciones, nuestra respuesta siempre será el trabajo, y esto es desde nuestro patrón hasta cualquiera de los trabajadores que estamos aquí.Hay diferencias individuales, entonces yo detecto dónde alguien puede ser vulnerable en el manejo emocional, por ejemplo, engancharse con una decisión arbitral que no estemos de acuerdo, o con alguna provocación del rival; el jugador ya tiene una base de entrenamiento mental y tiene objetivos alineados con la institución y retos muy personales. Vamos detectando y van haciendo su trabajo para su gestión emocional. Este equipo tiene una gran virtud, que es una vacuna contra la presión, una vacuna contra las malas cosas: estamos acostumbrados a que nos critiquen; entonces ya muchas veces ni prestas atención. Por otra parte, la pasamos muy felices, tenemos una buena vinculación, es un equipo con mucha alegría, y eso hace que puedas decir, ‘otra vez se quejaron, bueno pues que se quejen’. Nosotros buscamos excusas para ganar, esa es la diferencia. ¿Y cómo se gestiona la victoria o la derrota, cuando el propio dueño dice que aquí si no es el título es fracaso?Diego Ramírez, nuestro director deportivo, lo define muy bien: aquí existe la convicción de ganar, cuando yo llegué escuchaba esto; obligación de ganar, por supuesto, el señor Azcárraga como dueño, como líder, como cabeza de este equipo nos va a pedir resultados, nos da todo para que tengamos y trabajemos para un resultado.¿Cómo se gestiona?, ahí ya depende mucho del técnico, en el caso de André, es un ser humano inteligentísimo, él lo gestiona muy bien, tiene esta pasión. Nosotros salimos molestos de un empate, pero buscamos ponerle hielo al corazón, no analizar inmediatamente, verlo después y siempre aprender, solamente hay una derrota: es cuando no aprendes. Ahora en el tricampeonato tuvimos una temporada difícil, y en lugar de sentirnos mal, de verlo como negativo, vimos qué podemos aprender, para que no se repita, y bueno, equipos que nos ganaron en fase regular, pues quedaron eliminados por nosotros, donde importaba, que era la Liguilla. ¿Cómo se construye un equipo ganador? En la sinergia de todas las partes; de la directiva y todos los administrativos y de estas personas que a lo mejor no vemos: marketing, oficinas y la directiva. La sinergia del staff, hay un compromiso de todos y -por supuesto- cuerpo técnico y reitero: los protagonistas de esta historia que son los jugadores. Yo nos veo como un equipo que si bien somos Águilas, también somos tiburones porque probamos la carne de la victoria y nos cebamos, y nos gustó. Todos los equipos quieren ser campeones, solo que aquí cada uno de nosotros estamos dispuestos a pagar el precio necesario para conseguir las victorias.Trabajamos para estar fuertes, para descansar y para seguir ganando, esa es la diferencia y eso se da cuando tienes una buena atmósfera de trabajo, cuando te da gusto venir a trabajar, tienes hambre de ganar, convicción de que hay el talento y la determinación de pagar el precio necesario para seguir cosechando victorias. En el marco del 8M ¿Cómo ves el papel de la mujer que trabaja en el mundo deportivo? Apasionante, interesante, retador. Es muy curioso porque, efectivamente, yo tengo una historia en donde yo primero supe de futbol, de vestidor, de psicología a través de mi papá, que en la carrera.Hoy tengo un doctorado, tengo más herramientas porque si algo creo que me enseñó mi padre, mis abuelos, mi madre, fue a seguirme, a no darme por producto terminado, seguir estudiando, seguirme capacitando. Hoy ya vemos y me da un enorme placer ver en prensa, fotógrafas, periodistas, jueces de línea, árbitras, entrenadoras, fisiatras, fisioterapeutas, médicas... ¿Qué mensaje mandas a las mujeres mexicanas?A ti que eres adolescente, que eres joven, que eres edad madura, que eres mujer mayor, lo que yo te puedo decir desde mi corazón es que los sueños sí se cumplen, que te atrevas a soñar y que después, como este equipo, estés dispuesta a invertir, a trabajar, a construir tus sueños. Jamás permitas que nadie, nadie te diga que no se puede, jamás permitas que alguien te diga que es difícil, a veces fácil no es, pero lo hemos logrado, es un trabajo de día con día, pero parte de respetarte, de cómo te hablas, parte de luchar y parte de hacer equipo y de hacer sinergia con otras mujeres y con maravillosos hombres como los que yo tengo la oportunidad de convivir, que apoyen tus sueños y que multipliquen todo tu talento. RGS