Cada vez está más claro. En la actual temporada el
Barça tampoco jugará en el
Camp Nou. Las opciones son cada vez más remotas. El decisivo clásico contra el
Madrid (11 de mayo), que era el nuevo objetivo, se empieza a asumir que también se jugará en el
Lluís Companys. Y ahí se acabará el curso. Serán, pues, dos temporadas completas de exilio en
Montjuïc, algo que los responsables de la Junta negaron siempre que pasaría. Lo del volver al
Camp Nou para el 125 aniversario, en noviembre de 2024, ya vimos que era más un deseo que un cálculo realista. Lo de si no hay imponderables “como una pandemia o una catástrofe mundial”, que dijo
Elena Fort, quedará como una tomadura de pelo más en la historia del Barça.
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