Semanas después de su cumpleaños 65, la polémica y el misterio vuelven a rodear al Príncipe Andrés , quien a pesar de contar con solo una pensión de 24 mil euros anuales como exoficial de la Marina Real británica, continúa manteniendo un lujoso estilo de vida difícil de justificar y sostener. Relojes valorados en casi 200 mil euros, coches de alta gama como el Bentley Flying Spur y una residencia como el Royal Lodge, forman parte de su patrimonio, mientras continúa acumulando deudas y escándalos financieros. Cabe resaltar que si bien el duque de York se encuentra a tan solo un año de la edad de jubilación en Reino Unido, su situación económica se ha vuelto cada vez más complicada desde que su hermano, el Rey Carlos III, le retirara la asignación anual de un millón de libras en 2019, tras salir a la luz el escándalo del caso Jeffrey Epstein. Además, el único proyecto laboral que se le presentó en los últimos cinco años con la empresa holandesa Startup Boot Camp, se desmoronó tras salir a la luz su vinculación con el presunto espía chino, Yang Tengbo, según reveló 'The Telegraph'. Según revelaron el medio citado y 'BBC', el hijo de Isabel II enfrente millonarios gastos por mantener su residencia en el Royal Lodge: unos 500 mil euros anuales en mantenimiento y otros 300 mil euros de alquiler. Además de estas cifras, la ostentación del duque ha generado gran controversia por sus adquisiciones y modo de vida. En 2021, tras dos años sin trabajo, Andrés llegó al funeral de su padre, el duque de Edimburgo, en un Bentley Flying Spur, coche valorado en más de 265 mil euros. Además, también se le ha visto luciendo una colección de relojes de lujo. Más allá de sus lujosas pertenencias, su historial financiero incluye la venta de propiedades con sospechosas transacciones. Por ejemplo, en 2007 vendió Sunninghill Park por 15 millones de libras. La vivienda fue el regalo de bodas que le dio su madre, la difunta Reina Isabel II. Así como esta, otras gestiones han alimentado las sospechas de tráfico de influencias y han puesto todas las miradas sobre el Príncipe, siendo foco del escrutinio público. Por otro lado, se sabe que Andrés ha recibido préstamos y ayudas financieras de amigos, como el banquero David Rowland, quien en 2017 le brindó un préstamo personal de más de 2 millones de euros, según reveló 'Vanitatis'. Además, el duque también ha sido acusado de impagos, como en 2019, que la vendedora de la propiedad que adquirió con Sarah Feguson cuatro años antes, lo demandó por un impago de casi 8 millones de euros. Finalmente, el caso concluyó con un acuerdo extrajudicial de al menos 15 millones de euros, que fueron pagados por su madre y su hermano. Ahora, el duque de York continúa enfrentando la presión de Carlos III por desalojar el Royal Lodge y mudarse a Frogmore Cottage, motivo por el cual se encontraría evaluando la posibilidad de un exilio en Baréin debido a sus vínculos comerciales en el país árabe y sobre todo, su amistad con el rey Hamad bin Isa Al Jalifa, según informaron algunos medios británicos.
