Relájate en el lago termal más impresionante de Europa, a solo dos horas de Madrid
Escapada perfecta - Los visitantes pueden flotar entre peces en el lago o disfrutar de tratamientos como hidroterapia y masajes, potenciando los efectos curativos de sus aguas minerales
La llaman la Venecia española y está en el corazón de Palencia
Treinta grados todo el año. Aguas cristalinas que se renuevan cada 32 horas de manera natural. Dos islas en su interior, accesibles por puentes, rodeadas de un paisaje que parece sacado de una postal. Aunque suene a un paraíso lejano, este lago termal único en Europa está a solo dos horas de Madrid, en el corazón de la provincia de Zaragoza, y es un secreto bien guardado entre quienes buscan relax y bienestar en un entorno natural incomparable.
El lago termal de Alhama de Aragón no es solo el más grande de Europa, sino también el que alberga el mayor caudal de agua termal subterránea de la península ibérica. Su origen se remonta a fracturas tectónicas que permiten el ascenso de aguas a más de 30 grados de temperatura, ricas en calcio, magnesio y bicarbonato, con beneficios reconocidos para la piel, los músculos y las articulaciones.
Su historia se pierde en el tiempo: los romanos ya aprovechaban sus propiedades, y fueron los musulmanes quienes dieron nombre a la localidad, derivado de Al-Hammam, que se traduce como los baños.
Un balneario histórico que sigue siendo un referente
A mediados del siglo XIX, con el auge de los balnearios en Europa, este rincón aragonés se convirtió en un destino de referencia para quienes buscaban tratamientos termales.
En 1863 se inauguró el Balneario Termas Pallarés, un complejo que, con sus 68.000 metros cuadrados de jardines y parques, sigue siendo el epicentro del turismo de bienestar en la región. Aunque el lago forma parte del balneario, también tiene acceso independiente para quienes deseen disfrutar de sus aguas sin necesidad de alojarse.
La experiencia en este entorno es difícil de igualar. Además de flotar en aguas termales naturales rodeado de peces que conviven pacíficamente con los bañistas, el complejo ofrece hidroterapia, masajes y circuitos termales diseñados para potenciar los efectos curativos del agua.
Y lo mejor es que la calidad del lago nunca se ve comprometida: cada 32 horas, el agua se renueva por completo, manteniéndose pura y cristalina.
Un municipio con historia y patrimonio por descubrir
Pero Alhama de Aragón no es solo su famoso lago. Este pequeño municipio aragonés esconde un interesante patrimonio que invita a recorrer sus calles con calma. La iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, del siglo XVII, destaca por su torre de estilo mudéjar, y el castillo de origen musulmán, mencionado en el Cantar del Mio Cid, es un vestigio de la historia medieval de la zona.
En la plaza de Joaquín Costa se encuentra la Casa Palacio, un edificio aragonés del siglo XVI con una historia fascinante: en su día, albergó a Francisco de Asís cuando visitó la localidad para disfrutar de sus aguas termales.
Con una ubicación privilegiada, a poco más de dos horas de Madrid y a una hora de Zaragoza, este enclave es ideal para una escapada completa. La cercanía con el Monasterio de Piedra, un paraje natural con cascadas y grutas espectaculares, convierte la visita en una experiencia aún más enriquecedora.
Si existe un rincón donde el descanso y la naturaleza se fusionan a la perfección, es este lago termal. Un lugar que, con su agua siempre templada, su historia milenaria y su entorno de ensueño, sigue siendo un refugio perfecto para desconectar del ritmo acelerado del día a día.