El pequeño electrodoméstico que usas todos los días y esconde un gran peligro
Descuido - Su potencia y el calor que generan pueden provocar sobrecalentamientos o cortocircuitos, sobre todo si se conectan a una regleta
Trucos para limpiar la tostadora por dentro y no dejar ni una miga
Una chispa y todo se convierte en cenizas. Así de rápido. Un chisporroteo, un crujido eléctrico y, en cuestión de segundos, el fuego se abre paso. No importa si es de día o de noche, si estás en casa o te has ido al trabajo. El calor se acumula, la superficie más cercana empieza a humear y, cuando te das cuenta, las llamas ya son incontrolables. No siempre es una sartén olvidada en el fuego o un cigarro mal apagado. A veces, el peligro está justo ahí, en la encimera, esperando una oportunidad para hacer de las suyas.
Ese es el caso de la tostadora, un electrodoméstico tan común como traicionero si no se usa con precaución. La mayoría de los aparatos en la cocina están enchufados todo el tiempo, como la nevera o la lavadora, pero la tostadora tiene algo especial: no se usa de manera continua. Es precisamente ese detalle el que lleva a muchos a olvidar desenchufarla, y ahí es donde radica el problema.
Los bomberos de la Comunidad de Madrid han advertido sobre esto en más de una ocasión, insistiendo en que nunca se debe conectar a una regleta o alargador, ya que “este aparato consume mucha energía, con potencias que pueden llegar a los 1.400 vatios y provocar así un sobrecalentamiento de los cables”.
El riesgo no es menor. En la Unión Europea, los incendios eléctricos son responsables del 25 al 30% de los incendios domésticos, dando lugar a más de 1.200 muertes y daños materiales que superan los 10.000 millones de euros anuales. Un dato alarmante si se tiene en cuenta que muchos de estos incidentes podrían evitarse con un uso más responsable de los electrodomésticos. Un enchufe sobrecargado, un cable en mal estado o un aparato funcionando sin supervisión pueden marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.
Piensa dos veces lo que haces con la tostadora
Las migajas que se acumulan en el interior de la tostadora pueden parecer inofensivas, pero en realidad representan un riesgo real de incendio. Al tostar el pan, pequeños fragmentos se desprenden y caen en el fondo del aparato, justo donde se encuentran las resistencias eléctricas. Con el tiempo, esta acumulación de restos secos puede convertirse en material que puede prender.
Si la tostadora sigue usándose sin una limpieza adecuada, el calor extremo de las resistencias puede hacer que esas migas se inflamen, generando llamas dentro del aparato. Este fuego puede extenderse con facilidad si hay materiales inflamables cerca. Además, una tostadora con restos de pan quemado en su interior puede generar humo e incluso chispas, aumentando aún más el peligro. Por esta razón, es fundamental sacudir o limpiar regularmente la bandeja inferior del electrodoméstico y asegurarse de que no queden residuos acumulados.
La ubicación también es un punto crítico. Muchos colocan la tostadora junto a trapos, papeles o cortinas, sin pensar que, si una chispa salta en la dirección equivocada, el fuego encontrará combustible de inmediato. Lo mismo ocurre si se deja sobre una superficie inflamable, como una tabla de madera. En un descuido, una simple tostada puede acabar costando mucho más que un desayuno quemado.
El fuego no perdona distracciones
Para reducir riesgos, hay ciertas medidas básicas que conviene seguir. Lo primero es leer el manual de instrucciones, que no está de adorno y explica cómo usar correctamente el aparato. Además, es importante colocar la tostadora en una superficie segura, alejada de cualquier material inflamable, y limpiarla con regularidad para evitar la acumulación de restos.
También se debe evitar meter cuchillos o tenedores dentro cuando está encendida, algo que algunos hacen para sacar el pan atascado sin pensar en el peligro que conlleva. Y, por supuesto, desenchufarla después de cada uso.
El fuego no distingue entre errores grandes o pequeños, solo necesita una oportunidad. Y a veces, esa oportunidad es tan simple como olvidar desenchufar la tostadora.