Hace 40 años, una peruana creó una selva escondida en San Juan de Lurigancho: tiene más de 100 tipos de árboles y mejora la calidad de aire
San Juan de Lurigancho (SJL), conocido por su alta densidad poblacional y su paisaje urbano predominante, esconde un verdadero santuario natural que pocos limeños conocen. En un rincón del distrito, una mujer peruana tuvo la visión de transformar un terreno árido en un ecosistema vivo. Hoy, esta selva urbana alberga más de 100 especies de árboles y plantas, muchas de ellas nativas de la Amazonía peruana.
El impacto ambiental en SJL va más allá de su exuberante vegetación. En un entorno donde la expansión urbana ha reducido las áreas verdes, este refugio ecológico ofrece un respiro en medio del cemento. Además, se ha convertido en un centro de educación ambiental que permite a los visitantes conectarse con la biodiversidad y conocer la importancia de la sostenibilidad.
¿Quién creó esta selva en medio de San Juan de Lurigancho?
La creadora de este proyecto es Ester Rodríguez Huamán, una peruana con un profundo compromiso con la naturaleza. Hace cuatro décadas, cuando en San Juan de Lurigancho predominaban las construcciones y la aridez, decidió iniciar un cambio significativo. Con paciencia y determinación, comenzó a plantar árboles frutales, arbustos y plantas autóctonas.
Su iniciativa no solo benefició la estética del lugar, sino que también ayudó a mejorar la calidad del aire y a fomentar el desarrollo de un ecosistema autosostenible. Con el tiempo, este bosque urbano creció y se convirtió en un refugio para diversas especies de animales. Ester Rodríguez no solo ha sido la protectora de este espacio, sino también una educadora ambiental, transmitiendo su conocimiento sobre la conservación ecológica a las nuevas generaciones.
SJL: Flora y fauna de la selva escondida
Este ecosistema en San Juan de Lurigancho alberga una gran variedad de especies vegetales y animales, muchas de ellas poco comunes en un entorno urbano. Su flora incluye árboles frutales como la palta, el limonero, el cacao y la guanábana, que no solo embellecen el paisaje, sino que también cumplen una función esencial en la protección del suelo y la captación de carbono.
En cuanto a la fauna, el lugar cuenta con una diversidad de aves, tortugas, patos y conejos, además de un estanque natural donde habitan peces. Este hábitat ha logrado mantener un equilibrio ecológico que permite la coexistencia de distintas especies en un entorno controlado y seguro.
Uno de los mayores atractivos de la selva escondida es su mirador panorámico, desde donde los visitantes pueden admirar la extensión de este pulmón verde en medio de la ciudad. Además, el lugar ofrece una propuesta gastronómica basada en los sabores de la Amazonía peruana, con platos como juanes, tacacho con cecina, patacones y ají de camu camu.
Precios y horarios de la selva escondida de SJL
El acceso a este espacio ecológico en SJL es accesible para el público en general. El costo de la entrada es de S/6 por persona, mientras que los niños menores de tres años pueden ingresar de manera gratuita. Este aporte permite el mantenimiento del área y la continuidad de sus programas educativos y de conservación.
El horario de visita es de 9:00 a.m. a 5:30 p.m., todos los días de la semana. Esta disponibilidad permite a los visitantes disfrutar de la experiencia en cualquier momento del año, aunque se recomienda acudir en estaciones secas para un recorrido más cómodo.
¿Cómo llegar a la selva escondida de San Juan de Lurigancho?
Este paraíso ecológico se encuentra en la Hacienda Turística de San Juan de Lurigancho, a la altura de la cuadra 8 de la avenida Santa Rosa, en el cruce con la avenida Bambúes, junto al reservorio de Sedapal. Su ubicación estratégica permite que tanto limeños como turistas puedan acceder con facilidad.
Para quienes optan por el transporte público, hay diversas rutas de buses y colectivos que llegan hasta la zona, facilitando la visita sin necesidad de un vehículo particular. La cercanía con avenidas principales convierte este destino en una excelente opción para quienes desean desconectarse del bullicio de la ciudad y sumergirse en un entorno natural sin salir de Lima.