Tensión en Israel tras el anuncio de Netanyahu de cesar al responsable de Inteligencia
Terremoto en la política israelí.El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el pasado domingo por sorpresa que destituirá al responsable del Shin Bet, el Servicio de Inteligencia Nacional -equiparable al CNI español-.
Según una declaración oficial del Ejecutivo, Bar fue llamado a consultas para una reunión e informó que presentará una moción ante el Consejo de Ministros para cesarle del cargo en una votación de mañana. Esta decisión se produce en medio de la creciente tensión con esta agencia en relación, principalmente, con todas los fallos de seguridad que hicieron posible que los terroristas de Hamás. El fatídico 7 de octubre de 2013, más de un millar de hombres armados irrumpieron en territorio israelí para realizar un ataque sin precedentes, acabando con la vida de 1.197 ciudadanos del Estado judío en un día y tomando como rehenes a más de 200, algunos siguen retenidos dentro de la Franja de Gaza. Una cruel embestida por la que todavía los servicios de inteligencia hebreos están en el punto de mira.
En paralelo, El jefe del servicio de Inteligencia Nacional de Israel, Ronen Bar, reaccionó y señaló al al mandatario por intentar imponer una "ilegítima expectación de lealtad" hacia su persona y defendiendo los resultados de su investigación sobre la masacre del 7 de octubre, de la cual fue parcialmente culpable de la cúpula política del país.
No obstante, al parecer los servicios de inteligencia estarían investigando si miles de dólares acabaron canalizados desde Qatar a los asesores del primer ministro Netanyahu durante los últimos meses.Según el canal 13, estas sumas fueron transferidas a los asesores a través de varios intermediarios y está relacionado entre otros Jonatan Urich, un alto asesor de Netanyahu que se ha desempeñado como portavoz del partido gobernante Likud. De hecho, el líder de la oposición y ex primer ministro israeli, Yair Lapid, ha asegurado que el llamado "Qatargate" es precisamente la razón por la que Netanyahu quiere cesar a Bar.
En definitiva un nuevo bache para la continuidad del primer ministro israelí, cuya popularidad está en entredicho. Seis de cada diez ciudadanos quieren que el primer ministro dimita, según una encuesta publicada el pasado miércoles en el canal 12. De hecho, los principales partidos de oposición de Israel anunciaron ayer que han unido sus fuerzas para presentar de forma conjunta una petición ante el Tribunal Supremo para que invalide la decisión del primer ministro Benjamin Netanyahu de cesar al jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (Shin Bet), Ronen Bar. La moción ante el Consejo de Ministros para cesarle al jefe de inteligencia israelí coincide con la votación en la Knesset con la votación del presupuesto de 2025.