Tailandia se ha convertido en uno de los destinos turísticos por excelencia de los últimos años. El país del sudeste asiático cautiva a los visitantes con sus paisajes de ensueño, templos budistas milenarios, playas paradisíacas y una gastronomía reconocida en todo el mundo. En 2024, Tailandia recibió 35,54 millones de visitantes internacionales, incluidos 207.710 viajeros españoles . Esta cifra supone un dato histórico, ya que supera en un 11,09% el récord hasta el momento, de 2019, cuando se registraron 189.000 turistas extranjeros. Tailandia destaca por su amabilidad y hospitalidad. Sin embargo, como en muchos otros países del mundo, los turistas no están exentos de ser víctimas de alguna estafa . Trampas que pretenden aprovecharse de los visitantes desprevenidos con el fin de sacarles dinero. En este sentido, un español que ha viajado a Tailandia ha advertido de una estafa muy frecuente que realizan a los turistas que viajan hasta el país del sudeste asiático. En un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@nobikdil), Nobik Dil explica en qué consiste este timo. «Cuidado con estos vendedores callejeros de tarjetas SIM en estos países porque muchos os van a querer estafar », explica Nobik, mientras pasea por la calle junto a un tailandés que intenta venderle una de estas tarjetas que muchos turistas compran para poder tener Internet en el país asiático. «Os van a vender tarjetas a un precio desorbitado », advierte el turista español, que explica que la estafa con las tarjetas SIM no solo está relacionada con su elevado coste, sino con que algunas son totalmente inservibles. «Encima muchas son o de segunda mano o que ni siquiera funcionan», señala. Sin embargo, los turistas que viajan a Tailandia no solo pueden caer en estos timos en plena calle, sino que también son habituales en establecimientos. «Tened cuidado también en las tiendas físicas», comenta Nobik. «Yo el otro día estuve una hora y media intentando comprar una tarjeta SIM y, después de todo ese rato, no funcionaba y no me devolvían el dinero », cuenta el turista español, mientras el local continúa en su empeño de venderle este producto. Una vez en el establecimiento, el señor conductor afirma que le dan un vale para la gasolina si el cliente entra «solo a mirar», algo que es totalmente falso, ya que el influencer sale de la tienda y el chico que conduce el vehículo le confirma sus sospechas. « Como no he comprado nada, se ha enfadado . Te llevan a la tienda para que compres y luego te ponen mala cara o te presiona para que te sientas incómodo», finaliza.