A 61 años del golpe militar en Brasil, su legado de represión y racismo aún persiste. La dictadura no solo censuró y torturó opositores, sino que persiguió al activismo negro, criminalizó sus organizaciones y reprimió las religiones afrobrasileñas. Movimientos como el MNU resistieron en la clandestinidad, desafiando la censura y denunciando la violencia racial. Hoy, iniciativas y archivos digitales buscan rescatar la memoria de esta lucha silenciada.2/24o