Apps y herramientas para ahorrar en el coche mientras viajas

Tener un coche propio conlleva una serie de gastos que pueden afectar considerablemente al bolsillo de los conductores. Según un estudio de Roams, el coste medio anual de un vehículo ronda los 4.000 euros. El principal desembolso es la financiación del coche, que supone alrededor de 2.000 euros al año, seguido del gasto en combustible. Aunque esta cifra varía según el tipo de motor y la provincia, el consumo medio anual se sitúa en 1.145,03 euros para los coches de gasolina y 1.068,15 euros para el diésel. Sin embargo, Shopopop, compañía especializada en entregas colaborativas, recuerda que, con una buena planificación y algunos consejos prácticos, es posible optimizar los costes y hacer que la conducción sea más económica . Por ejemplo, ciertas aplicaciones para viajar como Drivvo permite llevar un registro detallado del consumo de combustible, mantenimiento y otros gastos. Además, genera informes y gráficos que ayudan a identificar patrones de gasto innecesario y optimizar el presupuesto destinado al vehículo. Otro ejemplo, Fuelio, calcula el consumo real de gasolina y localiza las gasolineras más económicas. También permite sincronizar datos en la nube y compartir informes con otros conductores, facilitando una mejor gestión del consumo de combustible. MyCarFax es ideal para realizar un seguimiento de las revisiones y evitar gastos inesperados por mantenimiento. Ofrece alertas automáticas sobre cambios de aceite, revisiones de frenos y otros servicios necesarios para mantener el coche en buenas condiciones. Y Spritmonitor es una aplicación utilizada por muchos conductores para registrar datos de consumo de combustible y calcular la eficiencia del coche en tiempo real. Almacena históricos de consumo y permite comparar con otros vehículos similares. Además, Shopopop destaca que existen diversas formas de reducir los gastos relacionados con el uso del vehículo mediante pequeños ajustes en la conducción, y propone una serie de recomendaciones clave que pueden marcar una gran diferencia a la hora de optimizar el consumo de combustible y reducir los costos generales del transporte. Por ejemplo, evitar aceleraciones y frenazos bruscos, así como mantener una velocidad constante, puede reducir el consumo de combustible y prolongar la vida útil del vehículo. Escoger trayectos eficientes y evitar atascos no solo ahorra gasolina, sino también tiempo y desgaste del coche, y mantener los neumáticos inflados a la presión recomendada mejora la eficiencia del combustible y garantiza una conducción segura. El aire acondicionado consume una cantidad significativa de gasolina. Utilizarlo con moderación, especialmente en condiciones de baja velocidad, puede contribuir al ahorro de combustible. Asimismo, cambiar el aceite, limpiar los filtros de aire y revisar el sistema de frenos periódicamente garantiza que el vehículo funcione de manera eficiente, evitando reparaciones costosas a largo plazo. Por último, eliminar objetos innecesarios del vehículo disminuye el peso total, lo que puede mejorar el kilometraje y reducir el consumo de combustible.