OMS logra histórico acuerdo para prevenir y afrontar futuras pandemias
Fruto de unas negociaciones que han durado más de tres años, los países integrantes de la Organización Mundial de la Salud aprobaron un acuerdo histórico para prevenir y hacer frente a las pandemias.
El pacto llega cinco años después de la irrupción del Covid-19, con millones de muertes y un colapso económico mundial, en parte fruto de la falta de coordinación entre países y la negativa a aunar esfuerzos o compartir material médico, como vacunas o equipos de protección, en tiempos de escasez.
El principal problema en las conversaciones era la transferencia de tecnología para la fabricación de productos de salud ligados a las pandemias, sobre todo en beneficio de los países en desarrollo. Ese tema fue motivo de numerosos reclamos de los países más pobres durante la pandemia del Covid-19, cuando vieron cómo los ricos acaparaban vacunas y test diagnósticos del coronavirus.
Varios países donde la industria farmacéutica representa parte importante de su economía se oponen a la transferencia obligatoria e insisten en su carácter voluntario. Finalmente, se alcanzó un consenso sobre el principio de la transferencia tecnológica “de mutuo acuerdo”.
Otro de los aspectos principales del texto es la creación de un “sistema de acceso y participación en los beneficios de los patógenos” para que las empresas farmacéuticas puedan disponer de estos datos y empezar a trabajar rápidamente en productos para luchar contra pandemias.
El proyecto busca también ampliar el acceso a estos productos, estableciendo una red mundial de cadena de suministro y logística.
La OMS hace “historia”
“Esta noche marca una etapa importante en nuestro viaje juntos hacia un mundo más seguro. Las naciones del mundo han hecho historia”, declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El proyecto acordado ya bien entrada la madrugada “se debatirá en la próxima Asamblea Mundial de la Salud, en mayo”, indicó la OMS.
La importancia de las negociaciones se acentuó en los últimos meses ante el surgimiento de nuevas amenazas sanitarias como la gripe aviar, el sarampión y el ébola.
La recta final de las conversaciones se desarrolló en un contexto de crisis del orden internacional y del sistema de salud mundial, provocado por los recortes a la ayuda humanitaria decretada por el presidente estadounidense Donald Trump.