La ciudad española donde encontrarás famosos y personajes ilustres por las calles -en estatuas-
Oviedo se ha convertido en un auténtico museo al aire libre donde conviven escritores, directores de cine, heroínas literarias y niñas de cómic
Oviedo inicia la carrera para ser Capital Europea de la Cultura 2031
En algunas ciudades de España uno se topa con historia en cada rincón. En otras, con arte. Y en algunas pocas, como Oviedo, con ambos... y con una escultura esperándote a cada paso.
La capital asturiana presume de ser una de las urbes con más estatuas por metro cuadrado del país —y probablemente de Europa—. Aquí, pasear por el centro no es solo un deleite arquitectónico: es también una ruta cultural al aire libre, donde la tradición convive con la cultura pop y la literatura con el humor gráfico.
Mientras caminas por su casco antiguo o te adentras en los jardines del parque de San Francisco, es muy probable que te cruces con Mafalda, Woody Allen o La Regenta, entre muchos otros rostros conocidos. ¡Y todo ello sin pagar entrada!
Oviedo, la ciudad donde el arte sale a pasear
Declarada ciudad de los Premios Princesa de Asturias, Oviedo lleva décadas cultivando una intensa relación con la cultura y el arte público. No es casualidad que en sus calles se acumulen más de cien esculturas, muchas de ellas repartidas por plazas, esquinas y avenidas sin apenas señalización, como si la ciudad quisiera que cada visitante las descubra por sí mismo.
El propio Woody Allen se declaró enamorado de la ciudad cuando recogió su galardón en 2002. Desde 2005, una estatua suya lo retrata paseando por la calle Uría, muy cerca del parque de San Francisco. Allí mismo, entre árboles y aves, también encontramos a una invitada especial: Mafalda, el personaje de Quino, que sigue repartiendo ironía y ternura desde su banco frente a un estanque.
La Regenta, Clarín y la novela que retrató a toda una ciudad
No hay retrato más fiel de Oviedo que el que hizo Leopoldo Alas “Clarín” en La Regenta. Por eso, frente a la majestuosa Catedral de San Salvador, se alza la figura de Ana Ozores, protagonista de la novela, mirando hacia el templo con una mezcla de admiración y melancolía.
Esta escultura es una de las más icónicas de la ciudad y parada obligatoria en cualquier visita al centro histórico. No solo por su valor artístico, sino porque encarna el alma literaria de Oviedo.
Mercados, plazas y figuras entrañables
En el corazón del casco antiguo se encuentra la plaza del Fontán, una de las más pintorescas de la capital. Allí, entre casitas de colores y terrazas con sidra, espera La Bella Lola, una estatua donada por Torrevieja como símbolo del hermanamiento entre ambas localidades.
Muy cerca, en la plaza de Trascorrales, la vida cotidiana cobra forma con tres esculturas que rinden homenaje a los oficios tradicionales: La Lechera, la Pescadera y el Vendedor de Pescado. Son representaciones entrañables que conectan el pasado de la ciudad con su presente.
Y en lo alto, el vigía de todo Oviedo
Aunque muchas de las esculturas están a ras de calle, hay una que domina la ciudad desde las alturas. En lo alto del Monte Naranco, visible desde casi cualquier punto, se alza el Sagrado Corazón de Jesús, la escultura más grande de Oviedo.
Subir hasta allí ofrece una doble recompensa: vistas panorámicas de toda la capital y una visita a dos joyas del prerrománico asturiano: Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.
Una ciudad donde la cultura no se guarda en vitrinas
Oviedo demuestra que el arte no tiene por qué encerrarse en museos. Puede integrarse en la vida diaria, sorprender en una esquina o invitarte a sentarte junto a Mafalda a contemplar la vida.
Esta capital del norte de España no solo se recorre con los pies, también se explora con los ojos. Porque en Oviedo, cada calle es una galería, y cada estatua, una historia por descubrir.