La confesión más dura de Ferran Torres: "Todos los días me equivoco..."
Con apenas 25 años, Ferran Torres ya puede presumir de una carrera que lo sitúa entre los futbolistas españoles con mayor proyección. Consolidado como pieza clave en el nuevo FC Barcelona de Hansi Flick, el delantero valenciano repasa su trayectoria, sus aprendizajes y su filosofía de vida en una entrevista con Club del Deportista, realizada por Alejandro Sánchez y con fotografías de Simon Clarks y Marina Tacchini.
“Soy un chico normal, tranquilo y humilde que juega al fútbol”, se define sin rodeos. A pesar del escaparate mediático que rodea su figura, Ferran mantiene un perfil bajo, aunque con una mentalidad feroz. “La mentalidad de tiburón es el deseo constante por mejorar, por no rendirse, por evolucionar”, explica. Una forma de pensar que lo ha ayudado a superar momentos difíciles y a reinventarse dentro del campo.
Sus inicios fueron en el fútbol sala, en las escuelas EPLA, hasta que con solo siete años el Valencia CF lo fichó. “Pasé por todas las categorías del club y también por la residencia. Fue duro separarme de mi familia”, recuerda. Fue allí, ya con 15 años y entrenando con jugadores mayores, cuando empezó a creer que su sueño podía hacerse realidad.
Torres ha tenido como entrenadores a tres referentes del FC Barcelona: Pep Guardiola, Luis Enrique y Xavi Hernández. De todos guarda enseñanzas valiosas. “Pep es un visionario, fue el primero que vio mi potencial como delantero. Luis Enrique me dio confianza cuando menos jugaba y me enseñó a creer más en mí. Xavi es puro barcelonismo y tiene una forma muy especial de leer el fútbol”.
Ahora, con Hansi Flick al mando del conjunto azulgrana, Ferran asegura que ha encontrado un técnico ganador, cercano y muy humano, especialmente con los jugadores que menos minutos tienen.
Uno de sus tatuajes reza: “Lo intentas, te equivocas, te levantas”, una frase que resume su filosofía. “Todos los días me equivoco. Esa es la base del éxito: prueba y error”, confiesa. Reconoce que su peor momento fue hace dos años, cuando atravesó una mala temporada con el Barça. “Tenía dudas de si podría levantarme y ser importante, pero lo he conseguido”.
Lejos de molestarle, relativiza las críticas que lo encasillan como un delantero revulsivo: “Intento aprovechar cada minuto para aportar trabajo, goles y asistencias. Es imposible contentar a todos”.
Ferran es consciente de los privilegios que conlleva su profesión, pero también señala el coste personal. “Ganas mucho dinero desde joven, pero te pierdes muchas cosas que otras personas de tu edad viven, y el tiempo no vuelve”.
Sobre el rol social de los futbolistas, prefiere una postura discreta: “Cada uno tiene su idea, su opinión, y yo no soy nadie para usar mi imagen para intentar influir o cambiar la de los demás”.