Gobierno de EEUU otorga 30 días a Harvard para evitar pérdida de visas y fondos tras advertencia federal
El gobierno de Estados Unidos ha dado a la Universidad de Harvard un plazo de 30 días para que responda a una advertencia oficial que podría resultar en la revocación de su certificación para admitir estudiantes internacionales. Esta acción, emitida por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), se basa en acusaciones de antisemitismo en el campus, conexiones con organizaciones extranjeras y potenciales riesgos para la seguridad nacional.
Esta situación se enmarca en un contexto político y migratorio complejo, donde la administración estadounidense ha incrementado la vigilancia sobre instituciones educativas y su relación con estudiantes internacionales. La universidad enfrenta así un desafío que podría afectar no solo su prestigio, sino también millones de dólares en fondos federales destinados a investigación y desarrollo académico.
Acusaciones del DHS y la respuesta de Harvard
El DHS fundamenta su advertencia en alegaciones que incluyen presuntas actividades ilegales de estudiantes con visas, una supuesta inacción de Harvard frente al antisemitismo y conexiones con el Partido Comunista Chino. La certificación que permite a la universidad registrar estudiantes extranjeros corre riesgo de ser revocada si Harvard no presenta una defensa convincente dentro del plazo establecido.
La institución sostiene que las acusaciones carecen de fundamento y constituyen una extralimitación del gobierno federal. Harvard argumenta que la medida vulnera la autonomía académica y limita la diversidad estudiantil que forma parte integral de su identidad. Además, advierte que la pérdida de la certificación afectaría a aproximadamente el 27% de su alumnado, compuesta por estudiantes de más de 150 países.
Impacto en la educación superior y la investigación en Estados Unidos
La posible suspensión del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP) para Harvard tendría un impacto significativo en la educación superior de Estados Unidos. Esta universidad es un pilar en la investigación científica y tecnológica, con aportes cruciales en áreas como medicina, ingeniería y ciencias sociales. La exclusión de estudiantes internacionales podría debilitar estos programas y limitar el acceso a talento global.
Expertos en educación y política migratoria alertan que estas acciones podrían disminuir la competitividad del país en el ámbito académico y científico a nivel mundial. La reducción en la matrícula internacional, además, afectaría los ingresos por matrículas y subvenciones, generando un efecto negativo en la economía universitaria y en la innovación. Harvard, por tanto, no solo defiende sus derechos, sino también el papel estratégico que cumple en el sistema educativo estadounidense.
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Perspectivas legales y próximas acciones de Harvard
Harvard interpuso una demanda contra el DHS para detener la revocación de su certificación mientras se resuelve el litigio en tribunales. El caso está bajo revisión en el Tribunal de Distrito de Massachusetts, donde se evaluará la legalidad y la justificación de la sanción impuesta. La universidad busca una orden judicial que le permita continuar inscribiendo estudiantes internacionales sin interrupciones.
Mientras tanto, la administración estadounidense mantiene su postura, enfatizando la necesidad de proteger la seguridad nacional y de garantizar que las instituciones educativas cumplan con normativas estrictas. El caso representa un punto crítico en la política migratoria y educativa, y su desenlace tendrá implicaciones de largo alcance para la comunidad académica, los estudiantes extranjeros y la política interna de Estados Unidos.