Ucrania, el Vietnam de Putin: Rusia alcanza el millón de bajas tras 40 meses de guerra
La invasión de Ucrania se ha convertido en un pozo sin fondo, en un callejón sin salida, para el gobierno de Vladimir Putin. 40 meses después de iniciarse una invasión que debía ser fulminante, el ejército ruso ha alcanzado este jueves el millón de bajas entre muertos y heridos. La cifra la ha aportado el Ministerio de Defensa ucraniano, que diariamente actualiza las bajas enemigas tanto en material como en personal. La lógica invita siempre a poner en cuestión las cifras cuando provienen de una de las partes, pero no difieren mucho de las que aportan servicios de inteligencia de países como Reino Unido.
Moscú no aporta cifras de sus propias bajas, en línea con una política de opacidad informativa que ha definido su estrategia desde el primer momento de la invasión.
Según el recuento ucraniano, el número total de personal ruso caído asciende ya a 1.000.340 efectivos, con un incremento de 1.140 en las últimas 24 horas. En las últimas fechas ha sido habitual superar el millón de bajas diario.
El informe desglosa también importantes pérdidas materiales. Según estas cifras, 0.933 tanques y 22.786 vehículos blindados, 29.063 sistemas de artillería y 1.413 lanzacohetes múltiples, una muestra de la intensidad de los combates de artillería.
En el combate aéreo, se informa de 416 aeronaves y 337 helicópteros destruidos, además de 40.435 drones (UAVs) y 1.184 sistemas de defensa aérea. En el apartado naval y de misiles, se mencionan 28 barcos y 3.337 misiles de crucero neutralizados, además de 1 submarino.
Por último, se contabilizan 51.715 vehículos logísticos y 3.914 equipos especiales destruidos.
Estas cifras demuestran que la invasión de Ucrania es el tercer conflicto bélico más mortífero para Moscú, solo superado por las dos guerras mundiales, y a mucha distancia de los 70.000 muertos rusos que se calcula fallecieron en la invasión de Afganistán.
La guerra de Ucrania lleva camino de convertirse en un conflicto tan costoso en vidas humanas como el de Vietnam, donde se calcula que se registraron 1,3 millones de pérdidas. Para el Kremlin, de alguna manera, es ya su propio Vietnam.