En un mundo donde los retos extremos arrasan en las redes sociales, son muchos los que buscan poner a prueba sus límites físicos y mentales frente a una audiencia global. Pero lo que ha hecho Magnus Midtbo , escalador profesional, creador de contenido y exmiembro del equipo nacional noruego de escalada, va mucho más allá del 'postureo' digital. Este joven se ha enfrentado cara a cara con una de las pruebas más duras del planeta: el proceso de selección del Comando de Montaña de la temida Legión Extranjera Francesa . Y no lo ha hecho como un simple espectador, sino participando activamente en sus pruebas reales , al nivel de cualquier aspirante. «Esta es sin duda la experiencia más loca de mi vida, cuando la Legión Extranjera Francesa me envió un mensaje para documentar sus fuerzas especiales. Casi no podía creerlo», confiesa el deportista, que, pese a su condición atlética, nunca había probado un desafío semejante. «Para aquellos de ustedes que no lo sepan, la Legión Extranjera Francesa ha existido desde principios del siglo XIX y es una de las unidades militares más legendarias y secretas del mundo y estaba a punto de competir en su proceso de selección real del Comando de Montaña. 20 reclutas luchaban por solo cinco lugares en el equipo debido a su historia», revela. La mística de la Legión fue otro de los factores que le llevó a asumir el reto: «La Legión tiene una mística como ninguna otra. Durante décadas fue un lugar donde criminales y marginados de todo el mundo iban a comenzar una nueva vida. Después de 5 años de servicio bajo un alias, te convertirías en ciudadano francés y recuperabas tu nombre, pero también significaba ser enviado al frente de algunas de las guerras más duras imaginables. Esto es lo que hace que la Legión Extranjera Francesa sea tan especial y también por qué sabía que esto iba a ser lo más difícil que he hecho». El inicio fue intenso: una carrera de 1,5 km con una mochila de 10 kg y botas militares. Al superar los seis minutos reglamentarios, los candidatos sólo pensaban que habían acabado. Se habían equivocado. «Pensé que esta era la última ronda», relata el noruego. Pero tras finalizar una vuelta más, aseguró: «Lo di todo en mi última ronda. No guardé nada para la ronda extra». El golpe físico y mental fue demoledor: «Una cosa es correr 1,5 km en 7 minutos, pero con botas, todo este equipo, la mochila, y luego te dirán: 'Oh, no, de hecho, vamos a hacerte dar otra vuelta'. Y lo cierto es que una parte de mí pensó: 'Debería habérmelo esperado, es el ejército, claro que vas a dar otra vuelta'». En ese momento, un participante ya había abandonado . «Parece que un chico ya se dio por vencido después de la primera prueba. Han estado preguntando por el número 12 y no está aquí, así que probablemente se dio por vencido después de la carrera», explica el escalador. Ya solo quedaban 19 candidatos para afrontar la siguiente fase. «Ahora creo que vamos a escalar la cuerda», anticipaba nuestro protagonista antes de la segunda prueba. Sabía que, como escalador, era su terreno: «Esto debería ser nuestro terreno, pero hemos tenido como 5 minutos entre la carrera y esto, así que es difícil decir cómo va a funcionar mi brazo». El objetivo era subir dos veces por una cuerda sin usar los pies , una exigencia que sorprendió al propio candidato: «Quieren que todos escalen dos veces sin usar los pies en absoluto, lo que suena muy difícil para la mayoría de la gente. O sea, como escalador es factible, pero me sorprende que todos estos chicos puedan hacerlo». Y aunque realizó la prueba sin demasiadas dificultades: «La cuerda era mucho más resbaladiza de lo que pensé que sería», admitió. «Subir la cuerda nunca se sintió tan difícil», añadió, reconociendo que el esfuerzo continuado estaba pasando factura: «Ya empezaba a sentirme muy fatigado en ese momento». Tras la escalada, el Comando de Montaña impuso una segunda carrera: 8 km con mochila y botas y un tiempo límite de 45 minutos . «Es como una carrera consecutiva, sin descanso entre ellas. Ahora vamos a hacer una carrera de 8 km con mochilas y botas. El requisito mínimo aquí era de 45 minutos. Con botas y mochila, eso es bastante rápido», explica, aún preocupado por los engaños: «También tenía curiosidad por si iban a intentar engañarnos esta vez, porque en la última carrera de 1.500 metros dijeron que había terminado, pero luego había que dar otra vuelta. Creo que esa es la parte más difícil: no esperar nada y darte cuenta de que no tienes el control. Simplemente tienes que hacer lo que te dicen, tienes que desconectar tu mente». Marcar un ritmo estable fue su estrategia: «4 km en 20 minutos, así que mantengo el mismo ritmo». Y en plena fatiga, escuchó al camarógrafo: «El camarógrafo acaba de decirme que hay una ambulancia siguiéndome. Supongo que la gente se desmaya durante estas situaciones, así que es bueno tenerla por si acaso». Aunque estuvo a punto de conseguirlo, el joven cruzó la meta en 46 minutos y 42 segundos . Pero no hubo descanso. La rutina siguió con 50 abdominales : «No me pareció tan difícil, he hecho muchos abdominales en mi vida, pero algunas personas no han sido capaces de pasar la prueba». La siguiente fase consistía en 12 minutos de circuito físico continuo : cinco dominadas, diez flexiones y quince sentadillas , repetidas tantas veces como se pudiera. Fue uno de los momentos más traumáticos para el deportista: «Lo peor hasta ahora, quiero vomitar, quiero llorar, quiero dormir, todo al mismo tiempo», reconocía. Tras la agonía física, llegó una prueba de obstáculos en equipo , cargando una rueda y colaborando bajo órdenes en francés. Y después, el agua: la parte más temida para el deportista noruego. Primero, inmersiones desde plataforma, nados bajo el agua, nado libre de 100 m, luego 200 m y rescate de muñeco. «La parte de natación era lo que más me ponía nervioso… lo pusieron en mi mente todo el tiempo. […] «Solo cuatro personas lo lograron en total y yo fui una de ellas, y sí, eso fue genial». Aunque lo peor llegó cuando fue atado de pies y manos y lanzado al agua . «Sabía que teníamos una prueba más y esta era la que más temía. Mi miedo siempre ha sido ahogarme… y eso es lo que estamos a punto de hacer». Se lanzó nadando de espaldas para respirar, y tras lograrlo dijo: «Mientras no entres en pánico, está bien. Aunque da mucho miedo […] espero no acabar nunca en esa situación». Cuando creía que podía dormir , el oficial anunció «que el día acababa de empezar y no íbamos a dormir». Tocaba una ruta de 27 km guiada , con puntos de control. No aguantó: «sobre las 4.36 de la mañana, no pude más y pedí retirarme de la prueba, aunque no significa estar fuera del proceso». «No creo que ningún equipo lo logre, así que creo que fue como una prueba para ver hasta dónde llegaría la gente. Voy a dormir unas dos horas y luego al siguiente ejercicio», añadió. La siguiente prueba consistía en una serie de combates cuerpo a cuerpo . «Mis piernas no funcionan para nada, así que será la prueba de agresión más débil. No me queda mucha agresividad». Y así fue: entre golpes, sacos, llaves, patadas… «Me golpearon muy fuerte, cada vez que no subía la guardia, pensaba que no terminaría nunca». Y reconoció la dureza del ejercicio: «Esto fue muy diferente al noruego… si no mantienes la guardia alta, te van a dar una paliza». Por último, el joven escalador se enfrentó a la prueba final, una bajada de 12 metros por una cuerda y posterior subida por una escalera . Tras terminar, todavía sin saber que era la última prueba, el joven noruego manifestó: «Creo que este podría ser el final, pero falta la parte más importante. Necesito mis resultados de toda esta selección. Mirar cómo me fue. Tengo mucha curiosidad por ver los resultados de algunas pruebas. Me ha ido muy bien en algunas, pero en otras no tanto. Sí, en general, estoy súper feliz de haberlo hecho. Me siento muy privilegiado de poder intentarlo. Es decir, tengo mucho dolor ahora mismo, pero sé que en unos días lo recordaré y lo apreciaré de verdad. Quizás no en unos días, quizás en una semana, un par de semanas, un mes, no lo sé». Después de la prueba, el creador de contenido noruego se reunió con el instructor que supervisó los ejercicios, quien le reveló los resultados : «Durante la prueba, la primera prueba y teníamos un límite de tiempo de 45 minutos. Lo hiciste en 46,42, así que lo superaste el límite. No está mal para ser la primera vez, pero no es suficiente. Después de eso, has hecho las pruebas físicas, las de resistencia y la de escalada con cuerda. Para la prueba física, no tuviste problema». Respecto a la cuerda , señaló: «Pasaste la prueba de escalada con cuerda. Seguro que tienes algo de experiencia y lo notamos porque has escalado las dos cuerdas con facilidad y sin problemas». «En la piscina, no sé si es tu primera vez o si tienes alguna experiencia especial, porque te fue bien en la piscina con buenos resultados. En la marcha nocturna de 27 kilómetros obtuviste los mejores resultados, hiciste cinco puntos de control durante la marcha y obtuviste los mejores resultados. Estoy seguro de que si pudiera reclutarte, estarías entre los cinco primeros», confesó el instructor. «Es la experiencia más loca de mi vida… tengo mucho dolor ahora mismo, pero sé que en unos días lo recordaré y lo apreciaré de verdad», concluyó el escalador noruego, feliz de haber podido disfrutar de esta prueba.