El Censo Nacional 2025 y la identidad afroperuana, por Lía Zevallos Malásquez
Por Lía Zevallos Malásquez, Secretaria General de Ashanti Perú – Red Peruana de Jóvenes Afrodescendientes. Maestranta en Psicología Comunitaria por la PUCP.
Junio es el “Mes de la Cultura Afroperuana”, una oportunidad para celebrar nuestra historia, así como para alzar la voz frente a las amenazas que enfrentamos como pueblo. Una de ellas, paradojicamente es el próximo Censo Nacional 2025. Aunque parezca técnico, lo que está en juego es el derecho a decir quiénes somos.
A diferencia del Censo 2017, donde desde los 12 años cada persona podía autoidentificarse étnicamente, el Censo 2025 propone que una sola persona adulta del hogar responda por todos los miembtos. Esto vulnera el derecho a la autoidentificación, que para las personas afroperuanas, ha sido conquista histórica, memoria viva y acto de resistencia frente al racismo estructural.
En 2017, apenas el 3.6 % de la población se identificó como afroperuana, aunque estimaciones de la sociedad civil como CEDET, la sitúan cerca del 9 %. Esto evidencia un subregistro que podría agravarse si no garantizamos que cada persona pueda autoidentificarse libremente.
Es importante reconocer que los datos no son neutros, ya que deciden presupuestos, diseñan políticas, asignan recursos entre otras. Si nos invisibilizan en las estadísticas, también lo hacen en las decisiones que afectan nuestros derechos y nuestro bienestar.
Es por ello que exigimos que el proceso censal se realice con enfoque de derechos, transparencia y participación efectiva, porque sin datos que nos nombren, no hay Estado pleno que nos reconozca.
Este junio, reafirmamos que la identidad no se delega. Se vive, se defiende y se visibiliza.