¿Qué pueden esperar de la llamada entre Claudia y Trump?
Lo que esperan los analistas es que esta mañana, los presidentes de México y de Estados Unidos, tengan una conversación telefónica. A mi juicio, es posible que permanezcan algunos aranceles, pero el resultado neto de la conversación será positivo para los mexicanos, en lo económico.
Puedo equivocarme y estarán en derecho de reclamar, pero revisen estos argumentos antes.
Quien está presionado es el presidente Donald Trump. La lógica respalda a la presidenta Claudia Sheinbaum y es una buena aliada.
Los representantes de empresas de Estados Unidos que apoyaron a Trump en su campaña por la presidencia, criticaron desde un inicio la imposición de aranceles. Abiertamente.
En el sitio de la US Chamber of Commerce encontrarán varios textos que culpan a estos impuestos de encarecer las vacaciones y los costos de pequeñas empresas. Saben que tienen una base que pueden mover políticamente: miles de propietarios de negocios de menos de 10 empleados que no trabajan cómodamente o incluso deben bajar la cortina.
Changarros fronterizos que importan productos chinos encarecidos por los impuestos; diseñadores que importan telas europeas; comerciantes de lujo que pierden clientes y ventas porque debieron subir sus precios para pagarle a su gobierno los gravámenes…
Revisen esta cita textual de la presidenta de esa poderosa cámara, Suzanne P Clark.
“Hemos escuchado a un número histórico de pequeñas empresas que lo han dejado claro: necesitan un alivio inmediato de los aranceles, cada día que pasa, las pequeñas empresas se ven cada vez más amenazadas por el aumento de los costos y la interrupción de las cadenas de suministro, lo que causará daños irreparables”.
Ojo, la US Chamber agrupa a quienes pagan el cabildeo con mayor influencia entre los miembros del Congreso de Estados Unidos y antes de este año, exigían al presidente Joe Biden acelerar la firma de nuevos tratados de libre comercio. Trump hizo lo opuesto.
En las elecciones intermedias del próximo año, este mandatario necesitará el apoyo de estas empresas para elevar la influencia de los Republicanos en el poder legislativo de esa nación.
¿Están ustedes al tanto de los reportes financieros semestrales en la bolsa? El martes expuse aquí que las empresas han revelado este mes los costos que absorbieron por los aranceles. Solo GM encaró una pérdida de mil 100 millones de dólares por esta causa, en un trimestre. La cifra anual podría elevarse a 4 mil millones de dólares.
Sus directivos esperan que al menos los aranceles que pagan los productos canadienses, coreanos y mexicanos disminuyan, en afán de evitar que los fabricantes estadounidenses sigan perdiendo terreno frente a su competencia extranjera.
Eso me lleva a señales más sólidas aún, de un posible desenlace favorable para México.
Existe un estudio elaborado también por la US Chamber of Commerce, presentado el mes pasado por Neil Bradley y John G Murphy, vicepresidentes de esa cámara.
Hicieron estimaciones detalladas del nivel de probabilidad de permanencia de cada arancel aplicado por el gobierno de Trump, y su futuro.
Prevén que el nivel de impuestos a la importación cercano a cero que ese país cobraba al inicio del año a todo el mundo no regrese. Incluso podría elevarse, a decir del arancel al acero y aluminio que el presidente elevó en junio al 50 por ciento, desde el 25 por ciento original.
Pero la US Chamber espera excepciones. Que puntualmente para Canadá ese impuesto sea reducido ante la dependencia que tienen los estadounidenses de esas compras, lo que abre una posibilidad para el otro miembro del T-MEC, México.
Y en lo concerniente a estas tres naciones norteamericanas, la Cámara describe una alta probabilidad de que esos aranceles que aún son aplicados a bienes que quedan fuera del tratado sean eliminados.
¿Por qué? Por su vulnerabilidad a tribunales que podrían anularlos en virtud de leyes de seguridad nacional (IEEPA), en la que Trump basó su imposición. No se sostienen.
Además, dado que el alcance de los productos afectados es menor que el resto de las categorías, el mantenimiento de estos impuestos no es una prioridad para la Casa Blanca.
¿Otra señal en favor de México? El tipo de cambio permanece por debajo de los 19 pesos por dólar. Nadie parece tener información de una decisión crítica para la economía nacional.
Entiendo que no podemos ser ingenuos, estamos ante un presidente estadounidense impredecible que a veces da la impresión de decidir en función de intereses personales.
Pero hasta la noche de este miércoles, el escenario lucía favorable. Esperemos.