El sol avanza 0,6% pese a tensiones externas: ¿respiro momentáneo o calma antes de la tormenta?
El sol peruano sorprendió este jueves con una apreciación del 0,6% frente al dólar, cerrando la jornada en S/ 3,5899. La moneda local se movió en un rango entre S/3,5682 y S/3,5950 por unidad, en una sesión marcada por vientos cruzados en el frente internacional.
El repunte respondió, en buena parte, al renovado apetito por activos en dólares tras la publicación de datos económicos positivos en Estados Unidos: el Producto Bruto Interno del segundo trimestre creció un 3%, mientras que el informe ADP reveló un mercado laboral más fuerte de lo previsto. En ese contexto, monedas emergentes con fundamentos sólidos, como el sol, registraron movimientos compensatorios ante el flujo hacia el billete verde.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. A partir del 1 de agosto, el expresidente estadounidense Donald Trump planea aplicar nuevos aranceles del 50% a productos semielaborados de cobre, acero y aluminio. Aunque Perú no ha sido mencionado como objetivo directo, la medida genera ruido: el país es un exportador relevante de acero a nivel regional y podría ver comprometidas sus ventas si el mercado estadounidense se retrae o se inclina hacia socios con tratados preferenciales.
“El sol se fortaleció, pero no hay que perder de vista los nubarrones. A nivel externo hay más incertidumbre comercial, y dentro del país persiste una fuerte debilidad política”, comentó Felipe Mendoza, analista de mercados financieros de ATFX LATAM.
La referencia no es gratuita. La desaprobación de la presidenta Dina Boluarte ronda el 78%, lo que añade presión sobre la estabilidad institucional en un momento en que la economía requiere capacidad de respuesta frente a choques externos.
Así, el avance del sol podría resultar más un efecto técnico que una tendencia sostenible. Para Mendoza, la moneda “todavía enfrenta riesgos latentes por la fragilidad política y las posibles disrupciones comerciales globales”. En otras palabras: el tipo de cambio dio un respiro, pero nadie debería bajar la guardia.