¿Cuál es la relación de Perú con Bolivia, Venezuela y Cuba? Los países señalados como "fallidos" por la presidenta Boluarte
En su último mensaje del 28 de julio, la presidenta Dina Boluarte generó polémica al afirmar que Perú "no seguirá el camino de los estados 'fallidos' como Venezuela, Nicaragua, Cuba o Bolivia”, en un contexto en el que buscó reafirmar la legitimidad de su gobierno y su orientación democrática. En consecuencia, la mención directa de estas naciones trajo consigo críticas internas, además de una respuesta directa de uno estos países
Por ello, los expertos internacionalistas Óscar Vidarte y Ramiro Escobar declararon a La República lo que representa, para ambos especialistas, estas declaraciones, las implicancias diplomáticas del calificativo y la situación actual de las relaciones bilaterales entre Perú y los países mencionados.
Bolivia: un vínculo cercano deteriorado
Perú y Bolivia comparten casi dos siglos de relaciones diplomáticas y una extensa historia cultural común. Sin embargo, la relación bilateral ha atravesado un periodo de tensión desde el cambio de gobierno en diciembre de 2022. Bolivia, junto con México y Colombia, cuestionó la legitimidad del ascenso de Dina Boluarte al poder, lo que generó fricciones diplomáticas.
Según Óscar Vidarte, “la relación con Bolivia por lo menos en los últimos dos, tres años viene muy mal. Las embajadas están a nivel de encargados de negocios, no hay embajadores. Con Bolivia la relación está extremadamente distante”.
Ambos especialistas coincidieron en que Bolivia no puede ser calificada como un Estado fallido. Ramiro Escobar explicó que Bolivia no es un país que responde a esas características, pues no tiene un gobierno ilegítimo ni un gran desastre humanitario adentro. "Calificar de 'fallido' a Bolivia me parece algo sumamente exagerado y, además, muy imprudente, porque es un país vecino”, aseveró.
Por su parte, Vidarte apuntó que Bolivia ha experimentado avances en las últimas décadas: “Es muy injusto poner a los tres países en el mismo saco, más aún cuando durante su discurso ella dijo que habían fortalecido las relaciones con los países vecinos, siendo Bolivia uno de ellos”.
Venezuela: una relación congelada sin visos de cambio
Las relaciones entre Perú y Venezuela se encuentran prácticamente paralizadas. No existe representación diplomática al nivel de embajadores y las interacciones se reducen a aspectos humanitarios y de seguridad. “Venezuela tiene relaciones de bajísima intensidad con el Perú salvo algunas coordinaciones para efectos de la situación de las personas que están acá y coordinaciones de orden policial para intercambio de personas que han delinquido”, indicó Escobar.
Por otra parte, Vidarte consideró improbable un acercamiento entre ambos países: “No existe en el Perú ningún interés de recomponer la relación con Venezuela, más aún cuando los que sostienen este gobierno son estos sectores de derecha en el Congreso que ven a Venezuela como el principal enemigo de sus intereses”.
Cuba: una respuesta más diplomática y contenida
A diferencia de Bolivia y Venezuela, el vínculo con Cuba no ha registrado un deterioro significativo tras las declaraciones de la presidenta. Además, Cuba no se ha pronunciado sobre ello. Para Escobar este país suele ser muy "hábil" diplomáticamente en este tipo de casos, puesto que, por lo general, no suele responder salvo que las declaraciones sean muy fuertes.
Vidarte coincidió en que no se espera una reacción mayor: “Para Cuba no es una batalla importante, estoy seguro de que utiliza canales diplomáticos para preguntarle al Perú, sin tratar de hacer de esto una cuestión de Estado”.
Cuba y Perú han mantenido relaciones diplomáticas desde hace décadas, incluso durante los gobiernos de Fidel Castro, Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel. Existe además cooperación en áreas como deporte y cultura.
La falta de precisión en el uso del término “Estado fallido”
La expresión utilizada por Boluarte también fue cuestionada en términos conceptuales. Para Escobar, un estado fallido es uno que no controla su territorio, no provee servicios a la población, tiene un gobierno ilegítimo y un desastre humanitario dentro de sus fronteras. El internacionalista advirtió que el término ha sido manipulado en contextos internacionales: “Ha surgido también para propiciar la invasión sobre unos países que se consideran inestables, con el propósito supuestamente de estabilizarlos, hay cierto debate en la academia sobre el término”.
Vidarte, por su parte, consideró que la presidenta desconoce el significado exacto del término. "Creo que ha tratado de usar el término fallido desde una perspectiva más coloquial”. Ambos analistas coincidieron en que ni Bolivia ni Cuba cumplen con los criterios objetivos del concepto y que, incluso, calificar a Venezuela de ese modo es discutible.
Un giro político que condiciona la política exterior
Finalmente, ambos entrevistados coinciden en que las declaraciones de la mandataria no son aisladas, sino parte de un cambio en su posicionamiento político. Escobar señaló que “la presidenta es ahora un personaje político muy distinto al que era cuando entró al gobierno con Pedro Castillo (...) está más alineada con sectores de derecha en el Parlamento y en general en el país”.
Vidarte también apuntó a una narrativa construida: “Dina Boluarte quiere desarrollar y consolidar la idea de que ella evitó que continuara el desastre que comenzó Castillo (...) eso le sirve como guía para los sectores que hoy básicamente la sostienen, que es esta derecha”.