Desempleo en Estados Unidos sube a 4,2% en julio y revela señales de enfriamiento económico
La tasa de desempleo en Estados Unidos aumentó a 4,2% en julio, según datos oficiales divulgados este viernes por el Departamento del Trabajo.
La cifra representa un nuevo indicio de enfriamiento en el mercado laboral de la principal economía del mundo, mientras las empresas se enfrentan a un entorno más incierto debido a las políticas comerciales del gobierno de Donald Trump.
Durante julio se crearon apenas 73.000 nuevos puestos de trabajo, un número inferior al esperado por los analistas, y que se suma a una tendencia negativa observada en los últimos meses.
Las cifras de mayo y junio fueron revisadas fuertemente a la baja: de más de 120.000 empleos inicialmente reportados a solo 19.000 y 14.000, respectivamente. Se trata de los peores resultados mensuales desde la crisis provocada por la pandemia de covid-19.
De acuerdo con el reporte, los nuevos empleos se concentraron mayoritariamente en los sectores de salud y servicios sociales, mientras que el gobierno federal registró una pérdida de plazas, en línea con la política de reducción del aparato estatal impulsada por la administración republicana.
“La sostenida incertidumbre política, el impacto de los aranceles y la disminución de los flujos migratorios están debilitando la capacidad de las empresas para contratar”, advirtió Gregory Daco, economista jefe de EY, en una nota previa a la publicación de los datos.
El mercado financiero reaccionó con preocupación a las cifras.
El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos bajó tras el reporte: los bonos a 10 años cayeron a 4,25%, frente al 4,37% del cierre anterior, mientras que los bonos a 2 años retrocedieron a 3,76%, desde 3,95%.
La cifra de desempleo de julio representa un aumento respecto al 4,1% registrado en mayo y consolida una tendencia al alza que podría obligar a la Reserva Federal a replantear su estrategia monetaria en los próximos meses.
Los analistas advierten que la desaceleración del empleo, junto con señales de enfriamiento en la inversión y el consumo, podría marcar un punto de inflexión en el desempeño económico de EE. UU. durante el segundo semestre de 2025.