El misterioso ser que no está “vivo ni muerto” descubierto en Japón que cambia la historia evolutiva
Durante una expedición para analizar sedimentos marinos, investigadores de la Universidad de Tsukuba en Japón, recolectaron muestras sin imaginar que, semanas después, en medio de análisis genéticos de rutina, encontrarían algo insólito. Lo que descubrieron no solo era nuevo, sino completamente inesperado: un organismo que parece moverse entre la vida y algo anterior a ella.
Ese ser invisible a simple vista, que acabó recibiendo el nombre Sukunaarchaeum, tiene una estructura minimalista. Aun así, lleva dentro claves que podrían reescribir capítulos enteros de la biología en la Tierra. No se trata de un virus, tampoco de una célula común. Es algo distinto, se trata de un habitante microscópico que solo sobrevive si comparte vida con otro.
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¿Por qué se considera a Sukunaarchaeum un ser que no está "vivo ni muerto"?
Lo que más ha sorprendido a los científicos no es solo su rareza, sino lo poco que necesita para existir. Según la revista bioRxiv, su genoma tiene apenas 238 mil pares de bases, un número ínfimo incluso para organismos considerados primitivos. Esa cantidad le alcanza para fabricar algunas proteínas y copiar su material genético, pero no mucho más. No puede vivir por cuenta propia: depende de una arquea hospedadora que le preste ciertas funciones esenciales.
Y sin embargo, este microbio tampoco es un simple pasajero. Produce sus propios ribosomas (los encargados de crear proteínas) y lleva a cabo procesos básicos de vida. Es como una célula a medio construir, una versión reducida de lo que pudo haber sido la vida en sus primeros días sobre el planeta. No es un ser que esté incompleto, si no que no necesitó de más componentes.
Sukunaarchaeum es una pista de cómo comenzó la vida en la Tierra
Desde que fue detectado, Sukunaarchaeum ha generado inquietud entre expertos de todo el mundo. Su existencia pone en duda algunos de los criterios con los que definimos la vida misma. La discusión está en que si un ser que no sobrevive por sí solo puede considerarse vivo o se trataría de un fósil viviente de un tiempo donde la vida aún no sabía cómo organizarse del todo.
Algunos científicos creen que este tipo de organismos podrían representar una etapa olvidada de la evolución: un eslabón entre los virus y las células completas. Un puente biológico hacia la complejidad. Si esto es cierto, Sukunaarchaeum no solo amplía nuestra comprensión de la vida en la Tierra, sino que también podría darnos pistas sobre cómo buscarla fuera de ella.