México genera 44% de las emisiones GEI en América Latina por energía fósil
México se ha convertido en el mayor generador de electricidad con combustibles fósiles de América Latina y el Caribe, toda vez que, durante 2024, al menos un 44 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por la generación de electricidad mediante combustibles fósiles como gas natural, carbón y derivados del petróleo provinieron del país.
De acuerdo con el monitor “Generación mundial de electricidad” de la consultora Ember, en 2024 la región produjo mil 183 teravatios hora (TWh) de electricidad, de los cuales 606 provinieron de fuentes contaminantes y México fue responsable de 270 TWh de esa generación fósil.
“El sistema eléctrico mexicano aún tiene una gran dependencia de tecnologías fósiles, y esto no solo afecta el medio ambiente, también compromete la estabilidad financiera de muchas empresas ante la volatilidad de los precios del gas”, advirtió Ena Gutiérrez, directora de Nuevos Negocios en Enlight.
Según la ejecutiva, la vulnerabilidad es estructural, toda vez que, en un contexto global marcado por la crisis energética, la alta demanda y la tensión geopolítica en mercados de hidrocarburos, México enfrenta un riesgo creciente: el de comprometer su seguridad energética al depender de un insumo que no produce en cantidad suficiente y cuyo precio no controla.
Pese a ello, el país tiene un camino claro para revertir la tendencia. Según Ember, si México logra que el 45 por ciento de su generación eléctrica provenga de fuentes limpias para 2030, podría reducir el consumo de gas natural en 384 mil millones de pies cúbicos, lo que significaría un ahorro de 1.6 millones de dólares anuales y una caída del 20 por ciento en su dependencia energética externa.
Parte de la solución pasa por acelerar la adopción de mecanismos como los Power Purchase Agreements (PPA), contratos de compraventa de electricidad renovable a largo plazo que permiten a las empresas fijar precios estables, reducir costos operativos y cumplir con sus metas de sostenibilidad.
“Los PPA ofrecen estabilidad de precios y acceso directo a energía renovable. Para muchas empresas, es la mejor forma de descarbonizar operaciones sin comprometer su competitividad”, añadió Gutiérrez.
La capacidad instalada total del sistema eléctrico mexicano fue de 94 mil 781 megawatts (MW) en 2024, y se espera que crezca hasta los 176 mil 516 MW hacia 2030. Sin embargo, la urgencia no está en el largo plazo, sino en acelerar inversiones, crear incentivos regulatorios eficaces y facilitar el despliegue de proyectos renovables a corto plazo.
“Sin duda es necesario que haya reglas claras para que la inversión del sector privado pueda mejorar y ampliar la infraestructura eléctrica del país; hoy creo que tenemos que dejar de pedirle al gobierno que nos resuelva el tema y nosotros invertir también para tener mayor eficiencia y descarbonizar las operaciones de las plantas manufactureras del país”, comentó David Sánchez Jasso, director general de Solventa Energía.
México con potencial para adoptar energías renovables
Por ahora, México sigue liderando la generación eléctrica sucia en una región, sin embargo, Ena Gutiérrez consideró que el sistema mexicano cuenta con un enorme potencial para la adopción de energías renovables, especialmente solar y eólica, debido a su ubicación geográfica privilegiada.
“Las empresas pueden aprovechar esta oportunidad invirtiendo en proyectos de generación renovable y en tecnologías de almacenamiento y modernización de la red eléctrica, lo que además les permitiría reducir costos operativos y su huella de carbono”, agregó la directora de Nuevos Negocios en Enlight.
Con lo anterior, los expertos coincidieron en que de aprovechar la oportunidad que hoy tiene México para reducir la generación de energía eléctrica a partir de energías sucias, el país logrará alcanzar una participación del 45 por ciento de energía limpia para 2030, hecho relevante dado que es una de las economías más importantes de la región, sólo por detrás de Brasil.