Esta maravilla de la naturaleza en Castilla y León tiene paredes de hasta 100 metros y es perfecto para hacer senderismo
Un entorno protegido que destaca por sus formaciones kársticas y diversidad ecológica, ofreciendo múltiples opciones para el turismo activo en un paisaje singular
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En el norte de la provincia de León, entre los municipios de Cármenes, Matallana de Torío, Valdepiélago y Vegacervera —este último da nombre al espacio—, se encuentra uno de los enclaves geológicos más representativos de la comunidad de Castilla y León: las Hoces de Vegacervera. Este espacio natural protegido se caracteriza por un desfiladero profundo excavado por el río Torío a lo largo de millones de años.
Las paredes que conforman este cañón alcanzan alturas de hasta 100 metros, con una anchura mínima en su fondo de apenas 15 metros, creando un paso angosto entre formaciones calizas que dominan el paisaje. Se trata de un tramo de elevada singularidad geológica que se extiende por más de seis kilómetros, cuyo origen se debe tanto a la acción erosiva del agua como al proceso de disolución kárstica sobre la roca.
El relieve de esta zona forma parte del conjunto montañoso de la Cordillera Cantábrica y presenta numerosos elementos típicos de ambientes kársticos: lapiaces, dolinas, sumideros y simas. Destacan además cavidades verticales como el Pozo del Infierno, con una profundidad de casi 100 metros, que evidencian la compleja morfología subterránea asociada al entorno.
Este sistema geológico tiene continuidad con la cueva de Valporquero, ubicada a escasos kilómetros, y constituye uno de los espacios más representativos del patrimonio natural leonés. El conjunto forma parte de la Reserva de la Biosfera de Los Argüellos y está catalogado como Espacio Natural desde el año 2004, bajo la protección de la Junta de Castilla y León.
Las Hoces de Vegacervera pueden recorrerse fácilmente a través de la carretera LE-315, que cruza el desfiladero siguiendo el cauce del Torío. Esta vía permite observar de cerca las características estructurales del entorno, especialmente las paredes verticales que flanquean el paso. Las condiciones ambientales del lugar, combinadas con su accesibilidad, lo convierten en un punto de interés para el turismo activo, siendo habitual la presencia de senderistas, ciclistas y escaladores.
Actividades al aire libre
El Espacio Natural de las Hoces de Vegacervera ofrece múltiples opciones para el turismo activo gracias a su orografía y accesibilidad. El senderismo es una de las prácticas más habituales, con rutas señalizadas que permiten recorrer tanto el desfiladero como las zonas circundantes. Estos caminos, adaptados para distintos niveles de dificultad, atraviesan paisajes variados que incluyen bosques, riberas y miradores desde los que se aprecia la profundidad del cañón y la configuración geológica del territorio.
Para quienes practican la escalada, las hoces presentan paredes calizas que alcanzan hasta los 100 metros de altura, ideales para esta actividad. Existen sectores equipados y habilitados para la escalada deportiva, sujetos a regulaciones específicas para garantizar la conservación del entorno y la seguridad de los usuarios. La escalada está permitida en determinadas épocas del año, conforme a la normativa vigente para proteger la fauna y la flora local, especialmente durante la temporada reproductiva de ciertas especies.
El ciclismo, tanto de carretera como de montaña, también tiene un espacio destacado en esta zona. La carretera que atraviesa el desfiladero es utilizada frecuentemente por ciclistas que buscan un recorrido que destaque por su paisaje y cuente con pendientes moderadas. Además, las pistas forestales próximas permiten la práctica de ciclismo de montaña, facilitando el acceso a áreas elevadas y a otras partes de la Cordillera Cantábrica, bajo la premisa de un uso respetuoso y ordenado.
Protección y valor ambiental del espacio natural
El Espacio Natural de las Hoces de Vegacervera fue declarado como tal en 2004 mediante el Decreto 94/2004 de la Junta de Castilla y León. Esta protección responde a la importancia geológica del desfiladero y a los valores ecológicos que presenta. La erosión fluvial sobre rocas calizas ha generado una morfología singular, con paredes verticales y elementos kársticos que configuran un entorno con características únicas en la región.
En el ámbito biológico, el espacio alberga ecosistemas variados, con bosques de hayas y robles albares que cubren las laderas, mientras que en las riberas predominan especies como sauces, chopos y alisos. Esta diversidad vegetal proporciona hábitats para numerosas especies de fauna, entre las que se incluyen mamíferos como el lobo ibérico y el desmán ibérico, y aves rapaces como el águila real y el halcón peregrino. La presencia de especies protegidas contribuye a la consideración del espacio dentro de la Red Natura 2000.