El restaurante de 'First Dates' continúa abierto en Telecinco también en agosto, repartiendo amor, ilusión… y fantasías de todo tipo. A Adriana (19), como escritora de relato erótico, le sobran las de índole sexual. Le gustaría probar a hacer un trío, practicar BDSM, e incuso tiene un sueño recurrente: «conocer en una terraza de un bar a un chico y que me estampe contra la barra», le contaba la zaragozana a Carlos Sobera en la entrevista inicial. Aunque, reconoció que hasta el momento sus relaciones sexuales han sido muy normalistas, de manera que le gustaría probar algo diferente. «Cosas un poco más morbosas». Pero a la Técnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia (TAPSD) no solo le gusta fantasear con el sexo, también hablar sobre él. Ya le advirtió a Sobera que ese tema estando ella siempre sale. «Quiero experimentar, así necesito personas que sepan», dejó caer. Por eso mismo los prefiere mayores, si bien al describir a su prototipo de hombre ideal solo apuntó que le importa más «la personalidad que el físico». Igual de natural que se mostró ante el presentador lo hacía después con su cita, Carlos (26), un camarero de San Sebastián de los Reyes con un gran parecido al actor Carlos Areces . Físicamente le dio el aprobado a la chica, «tiene un cuerpo decente», señaló. Asimismo, dedujo de la primera impresión que podría llegar a haber apego con Adriana . «Me parece una chica simpática, de mi rollo… Me ha atraído bastante», comentó Carlos en los totales. Por lo que ella expresó, era recíproco. Contra todo pronóstico Adriana no se aventuró a hablar de sexo con Carlos a la primera de cambio. La cena comenzaba con una inofensiva charla sobre animales. Que la mañica llevara una vaca tatuada porque le encantaría reencarnarse en una les ayudó a los comensales a romper el hielo. Gracias a los tatuajes descubrieron también que los dos eran frikis de Pokemon. Incluso Carlos identificó a su acompañante con uno de los personajes de la famosa franquicia, «Audino, uno que se dedica a la enfermería». No fue hasta que cogieron algo de confianza que Adriana saltó al tema del amor. Carlos reveló que había acudido a 'First Date s' por un cachondeo con su ex. «Fue terrible, una relación a distancia, nunca llegamos a vernos. Le dije de broma que si pasaba algo por venir, y me echó una bronca que flipas». Cuando rompieron ya nada le impedía acudir al programa, así que se animó. Después de todas las decepciones que ha tenido en su vida, el madrileño se conforma con encontrar una chica «que sea buena persona, con la que pueda tener una conversación y que no se infiel, con eso me doy con un canto en los dientes», le aseguró a Adriana. Ella se sintió muy identificada con las palabras de su pretendiente. Después lanzó que estaba a punto de publicar una novela erótica. El soltero, de carácter tímido cuando empieza a conocer a alguien, se quedó abrumado sin saber qué contestar. «Lo he visto un poco paradete. La verdad es que me hubiera gustado un poco más de hervor en la sangre», admitió ante las cámaras, pero confirmando que por su parte sí habría segunda cita. En gustos y aficiones se había visto que A driana y Carlos eran bastante compatibles. Pero como ella estaba deseando conocer la faceta más picante de su cita, el equipo del 'dating show' les dio un empujoncito mediante el juego del 'Rasca del amor'. «¿Cuál es tu talento sexual?», quiso saber la escritora. Tantas horas de videojuegos han dado sus frutos, «una vez me dijeron que se me da muy bien mover el dedo», desveló. Motu propio, Adriana soltó el suyo, «chupar piruletas», dejando a Carlos fuera de juego. «La verdad es que se me han saltado un poco los colores», admitió el soltero con vergüenza. A pesar de la reacción de su cita, Adriana llegó a la conclusión de que « Carlos puede llegar a ser buen amante si le metes un poco de gasolina, porque si no no arranca». Así pues, la compatibilidad había sido casi total. En la decisión final ambos aceptaron según conociéndose, «para dar una vuelta por el parque y ya si quiere que me demuestre su técnica con la pirueta».