Las vacaciones son un momento ideal para descansar, desconectar, descubrir nuevos lugares y, por supuesto, comer bien. Uno de los caprichos de esta época del año es salir restaurantes y olvidarse de cocinar y limpiar después. Eso es precisamente lo que está haciendo el periodista Carlos Herrera durante sus jornadas de descanso. El presentador de 'Herrera en COPE' dedica su cuenta de Instagram a compartir los lugares que visita y a recomendar restaurantes y bares . Herrera es un habitual en la provincia de Alicante, en más de una ocasión ha manifestado su amor por Aspe, aunque esta vez ha elegido visitar El Castell de Guadalest, una de las localidades con mayor encanto de la sierra alicantina y considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Este municipio de 221 habitantes está situado en la comarca de la Marina Baixa y en él se pueden encontrar no solo buenos lugares para comer sino también un imponente embalse rodeado de montaña y, sobre él, un patrimonio que permite viajar al pasado y que muestra el espledor de la localidad desde la Edad Media a la Edad Moderna. Entre las cosas que visitar se encuentran el Castillo de San José, El Castillo de la Alcozaiba o la Casa Orduña. También son paradas obligadas la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y la prisión del siglo XII. Tras una mañana de turismo, nada es más importante que una buena comida, en este caso, para reponer fuerzas y admirar las vistas. Y aquí llega la recomendación de Carlos Herrera: el restaurante Venta Guadalest . Este lugar abrió oficialmente el 29 de julio de 2005, pero sus orígenes se remontan mucho antes cuando el Bar Guadalest era la Venta de Dolores, la bisabuela de los propietarios . Desde entonces, la pasión por la cocina y la localidad ha pasado de generación en generación, con los sabores de siempre, pero también con la reinvención necesaria a la que, a veces, obligan los nuevos tiempos. La carta es variada . El comensal puede encontrar ensaladas y pasta, carnes, pescados, entrantes y tapas, platos de cuchara o postres valencianos. Además, siempre viene acompañada por las sugerencias del día de los propios cocineros para que la experiencia sea aún mejor. Se puede pedir a la carta, pero también disponen de dos menús. Terra y Arrels. Entre las sugerencias se encuentra un tartar de vieiras y langostinos por 19,5 euros. Otros platos destacados de la carta son la sobrasada artesana de Guadalest a la plancha con miel y sésamo por 9,5 euros, una pericana con pan de cristal (un plato típico de la provincia que consiste en una especie de ensalada con pimiento rojo seco y pescado seco o en salazón con aceite de oliva) por 9,5 euros, embutido seco de Guadalest por 12,5 euros o una ensalada de tomate, queso fresco y anchoas en aceite de albahaca por 13,9 euros. El visitante tiene la opción de probar el solomillo de jabalí con setas y ajos tiernos por 22,5 euros o una paletilla de cordero lechal al horno por 28,5 euros. Si se prefiere pescado, destacan el bacalao en tempura con mermelada de tomate y personas de ajo negro por 18,5 euros o el taco de atún a la brasa con vinagreta de verduras, salmorejo y patata brava por 22,5 euros. Entre los postres valencianos se encuentran Sopà de Bisbe con natilla ligera, merengue y bizcocho; arnadí con calabaza asada, almendra y azúcar o nardo vilero con café granizado, helado de mantecado y absenta. Todos ellos entre 7,5 y 9 euros. También hay postres tradicionales comunes en el resto del país como tarta de queso o coulant de chocolate. En cuanto a los menús, el menú Terra tiene un precio de 30 euros por persona . El comensal puede degustar platos como pericana, mintxo, olleta de blat, parrillada de carne y, de postre, secreto de familia donde los protagonistas son el chocolate y la algarroba. El menú Arrels tiene un precio de 40 euros y solo está disponible para cenas y no se sirve durante el verano. En cuanto al precio por comensal, es posible disfrutar de la comida de este local por una tarifa entre 20 y 50 euros por persona en función de los platos que se escojan. El restaurante está situado en la Avenida Alicante, número 1 en El Castell de Guadalest y es un sitio de sobra conocido por quienes viven en el pueblo o en las localidades cercanas y abre durante todo el año ofreciendo platos más ligeros en los meses calurosos y platos más contundentes y de cuchara para el invierno.