Vestidos blancos que marcan la diferencia: sencillos, bonitos y con estilo
El vestido blanco se ha convertido en el gran protagonista del verano y no solo en el street style. También en looks más sofisticados y en eventos oficiales. La Reina Letizia lo ha llevado recientemente en dos ocasiones durante su estancia en Mallorca: primero con un diseño minimal acompañado de pendientes dorados y brazalete, y después con otro de aire ibicenco, con escote pico, tirantes finos y transparencias estratégicas.
Y Paula Echevarría lo ha confirmado en clave más relajada, con un vestido largo y escote en pico perfecto para una noche de verano. Dos formas distintas de llevarlo, una misma idea: no hace falta mucho para conseguir un look elegante, actual y rotundo.
Fresco, luminoso y fácil de combinar, el vestido blanco
funciona igual de bien con sandalias planas que con cuñas, capazos o
incluso deportivas. Pero dentro de lo aparentemente simple, hay diseños que
destacan por su corte, su tejido o un detalle especial que los hace únicos. Y
esos son los que merece la pena fichar.
Aquí va una selección de cinco vestidos blancos que cumplen
con todo lo que apetece ahora: son cómodos, tienen estilo y no necesitan nada
más para funcionar.
1. El romántico con bordados
Tiene escote corazón, tirantes anchos, silueta entallada y
bordados delicados que le dan un aire entre bohemio y romántico. Este vestido
es perfecto para quienes buscan algo especial. La goma trasera permite que se
adapte bien al cuerpo y su largo midi lo hace cómodo y favorecedor, ideal tanto
para planes de día como para una cena de verano. Va genial con accesorios
naturales: unas alpargatas de cuña, un capazo o unos pendientes de inspiración
artesanal en tonos vivos.
2. El de escote cuadrado y tejido stretch
Este vestido tiene esa mezcla que siempre funciona: una
silueta limpia con un tejido que realza. El escote cuadrado y los tirantes
anchos le dan estructura, y el punto stretch con textura lo convierte en una
opción muy cómoda. Queda genial con una camisa de lino abierta si
buscas un aire más relajado; y si decides combinarlo así, puedes elevar el
conjunto con unos kitten heels y un bolso pequeño que aporte un toque de color.
3. El fluido de tirantes finos
Minimal y elegante, este vestido midi de tejido vaporoso es
perfecto para quienes buscan algo ligero pero con movimiento. Tiene escote
recto, tirantes finos y costuras marcadas que estilizan muchísimo. Pide poco:
unas sandalias planas, un bolso de piel marrón suave y ya tienes look de
vacaciones. También puedes darle un giro más urbano con unas mules, un clutch y
unas gafas de sol XL.
4. El evasé con cuello caja
Este es el vestido más relajado de la selección y, por eso mismo, uno de
los más versátiles. Su silueta amplia y su diseño limpio lo hacen cómodo,
favorecedor y fácil de adaptar a distintos estilos. Está disponible en talla
plus y funciona con todo: chanclas de goma, deportivas, sandalias de tiras o
incluso unas de tacón. Y si te apetece darle un giro más pulido, bastan un
collar, un brazalete o unos pendientes especiales: cambia por completo el aire
del look sin perder comodidad. Una de esas prendas que siempre funcionan.
5. El asimétrico con manga abullonada
El diseño más original de la lista. Firmado por Tamara Falcó, este vestido
destaca por su escote asimétrico, la manga abullonada con puño elástico y una
lazada lateral que puedes anudar de distintas formas. Tiene personalidad desde
el primer vistazo. El tejido mezcla de lino le da ese punto fresco perfecto
para verano, y su silueta se adapta a distintos momentos del día: con sandalias planas para un plan informal o con unas de tacón para un look más pulido. Una
opción con carácter, pensada para quienes buscan algo distinto sin renunciar a
la comodidad.
Los vestidos blancos los hemos visto una y otra vez este
verano. No hace falta complicarse para acertar: un buen diseño, un detalle
especial y los accesorios adecuados marcan la diferencia. Es un color que
combina con todo y, además, siempre apetece. A veces, lo más sencillo es
justo lo que mejor funciona.