Asaja Alicante ha alertado sobre la « grave amenaza » de una plaga importada de África que puede arruinar la cosecha del año que viene de boniato e incluso hacer peligrar la continuidad del cultivo definitivamente. De momento, ya afecta al 30% de las 800 hectáreas cultivadas en la Vega Baja del Segura, una de las principales zonas productoras en España. Denominada Cylas puncticollis y conocida como gorgojo africano de la batata, esta enfermedad ha llegado presumiblemente en importaciones y puede acabar siendo un problema en municipios como Guardamar, Rojales, Catral, San Fulgencio, Almoradí y Orihuela. Con una producción estimada de 40 millones de kilogramos y un valor económico de unos 20 millones de euros , el cultivo está en peligro de desaparecer en la próxima campaña si no se toman medidas urgentes, según Asaja Alicante. Esta plaga específica de África ataca hojas, tallos y raíces de la batata, causa daños severos como deformación de tallos, túneles de larvas y reducción del tamaño y calidad de las raíces, que vuelve incomestibles. «Aunque apareció en 2024 con daños casi imperceptibles, este año su incidencia ha crecido alarmantemente , siguiendo un patrón similar al observado en Cádiz , donde afecta al 50% de la superficie cultivada», han detallado desde esta organización agraria. Expertos señalan que, por su difícil control y rápida evolución, podría comprometer la totalidad de la producción en 2026, «poniendo en jaque la viabilidad del cultivo en la provincia». La Vega Baja, conocida por su tradición hortofrutícola, ha diversificado su economía con el boniato, un cultivo estratégico que genera empleo y sostenibilidad. Además, goza de una creciente aceptación entre los consumidores como alternativa saludable y ' fit ' a la patata . «Sin embargo, la falta de estrategias efectivas contra esta plaga importada agrava la situación, especialmente tras años de sequía y presión de otras amenazas como el trips sudafricano », han lamentado. ASAJA Alicante sigue vigilando de cerca la situación y colaborando con las autoridades para determinar el alcance de la plaga, a las que pide la autorización excepcional de plaguicidas que sean eficaces para el control de la plaga. A los productores, les ofrece asesoramiento para combatirla y «exige al Gobierno medidas urgentes y efectivas para erradicar la plaga y proteger la economía local». Los problemas en el campo en la región se suceden. La Asociación Valenciana de Agricultores ( AVA-Asaja ) estima que el mildiu reducirá a la mitad la producción de uvas para la elaboración de vinos blancos, que en los peores casos llegará a superar el 90% de merma, en los términos de Xaló, Llíber, Alcalalí, Parcent y Benidoleig. «De un año para otro el panorama de los viñedos en algunos términos de la Comunidad Valenciana no puede ser más distinto: si el verano pasado los viticultores advertían de los estragos de la sequía, ahora algunos campos de La Marina Alta presentan graves pérdidas a causa del mildiu y otras enfermedades espoleadas por el exceso de humedad », han descrito sobre la nueva dinámica, debido a las precipitaciones persistentes durante los meses de abril y mayo Otras zonas vitivinícolas de La Marina, también en la provincia de Alicante y más próximas al mar, donde no se registraron lluvias primaverales tan abundantes, como Benissa, Teulada, Poble Nou de Benitatxell, Xàbia o Dénia apenas tienen una afección del mildiu mínima e incluso inexistente. Los viticultores damnificados de Xaló explican que «el mildiu ha afectado directamente a la uva, y no al pámpano o la hoja, tras una desmesurada sucesión de lluvias en un momento del ciclo vegetativo tan sensible como es abril y mayo«. Esta paradoja de que tanto la sequía del año pasado como la excesiva humedad de esta primavera resultan perniciosas para este cultivo, por diferentes razones, ha quedado patente ahora. «También tenemos daños por oídio y mosquito verde , dada la debilidad de las viñas : los agricultores realizamos en su momento los tratamientos fúngicos autorizados para evitar la aparición de hongos , pero llovió tanto que las aplicaciones resultaron insuficientes», han detallado. La variedad más castigada es el moscatel , así como todas las uvas blancas, «con campos que prácticamente no vendimiarán nada», según esta organización agraria. El caso de La Marina no es aislado en la viticultura española. El mildiu también causa estragos en Andalucía (Huelva, Cádiz, Málaga, Córdoba y Sevilla), Castilla y León o La Rioja, entre otras comunidades productoras de uva. Por ello, AVA-Asaja se suma a otras organizaciones provinciales de Asaja para pedir el establecimiento de ayudas directas y medidas fiscales dirigidas a aliviar las graves pérdidas de los agricultores perjudicados. Además, instan a «redoblar los esfuerzos en investigación sobre nuevos tratamientos fitosanitarios o biológicos que sean más eficaces para prevenir y combatir esta enfermedad que, lejos de ser un hongo más, constituye una seria amenaza que puede devastar la economía de zonas rurales donde la viticultura es un motor principal».