La exposición que no te puedes perder este verano y reune a Picasso, Dalí y Goya
‘El aire conmovido’ en el CCCB: más de 300 obras que exploran el duende de Lorca
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Barcelona vuelve a situarse en el mapa cultural del verano con una cita imprescindible para los amantes del arte. Hasta el 28 de octubre de 2025, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) acoge ‘El aire conmovido’, una exposición que reúne más de 300 obras de grandes figuras como Picasso, Dalí y Goya, seleccionadas por el historiador francés Georges Didi-Huberman. La muestra propone un recorrido donde la emoción y la reflexión se encuentran, explorando el concepto de “duende” que Federico García Lorca definió como la intensidad de la experiencia artística.
Un diálogo entre grandes nombres del arte y la literatura
La exposición surge del poema “Romance de la luna, luna”, incluido en el Romancero gitano de Lorca, y toma la expresión “en el aire conmovido” como hilo conductor. Desde allí, el recorrido se organiza en estaciones temáticas —infancias, pensamientos, rostros, gestos, paisajes y política— que invitan al visitante a un viaje emocional y sensorial. Obras pictóricas, esculturas, fotografías, grabados, películas, libros y partituras forman un diálogo entre artistas de diferentes épocas y disciplinas, incluyendo a Camaron, Colita, Miró, Giacometti, Rodin, Tàpies o Pasolini, entre otros.
La selección de Didi-Huberman enfatiza cómo las imágenes y los objetos artísticos pueden conmover y transformar, generando una experiencia colectiva de emociones que atraviesa siglos y estilos. La muestra combina la potencia visual de los grandes maestros con investigaciones, bocetos y textos que permiten al visitante descubrir conexiones inesperadas entre distintas formas de expresión.
Una experiencia poética y crítica
Más allá de ser una exposición, ‘El aire conmovido’ es una experiencia que invita a retornar a la mirada infantil, capaz de asombrarse y de transformar lo cotidiano. La puesta en escena propone un diálogo entre utopía y tragedia, entre sensibilidad y reflexión, donde el visitante puede detenerse ante un cuadro de Goya, un boceto de Picasso o una fotografía de Colita y sentirse parte de un mismo flujo emocional que une pasado y presente.