El concejal de Movilidad y Transporte, Iñaki Jiménez, se va reunir próximamente una reunión con la nueva directora general de Transportes y Movilidad del Gobierno regional, Lucía Balmaseda , quien ha encargado un peritaje sobre la situación de la Estación de Autobuses de Toledo, un asunto que tiene enfrentados desde hace años a la Junta de Comunidades y al Ayuntamiento sobre quién tiene que pagar los gastos para reparar unas escaleras que llevan más de cuatro años sin funcionar. El edificio es propiedad de la Junta, pero la gestión de la dotación corresponde al Ayuntamiento de Toledo y cada uno expone sus argumentos para no abordar una obra para reparar estas instalaciones que dan la bienvenida a diario a cientos de personas que se llevan esta pésima primera imagen de la ciudad. Sin embargo, estas mejoras no se llevan a cabo porque, en este caso, esta estación de autobuses es propiedad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el mantenimiento lo acomete el consistorio toledano. Todo a través de un convenio firmado en 1986 y que cuenta con una vigencia de 75 años, es decir, expiraría en 2061. Jiménez, en declaraciones a ABC, se muestra confiado en que el encuentro con la directora general sirva para desbloquear el problema y poner fin a este conflicto que solo perjudica a los usuarios de la estación toledana. En este sentido, recuerda que el Ayuntamiento de Toledo ofreció, sin éxito, varias alternativas a la Junta, como pedir la gestión del espacio y renunciar al convenio actual. Aunque desde la Junta se sigue insistiendo en que «somos nosotros los que tenemos que arreglar las escaleras y cambiarlas, nuestros servicios jurídicos nos dicen que no es nuestra competencia». «Siempre pongo el mismo ejemplo. Si usted vive de alquiler y se tiene que hacer un derrama o se rompe el tejado, ¿lo paga usted o lo paga el dueño de la casa? Está claro, ¿no?». En ese sentido, defendió que, ante la ausencia de mantenimiento y la falta de piezas, corresponde a la propiedad del inmueble -en este caso, la Junta- asumir la reparación de las escaleras mecánicas. Pues esto es igual, « nosotros no podemos acometer una obra de esas características en un edificio que no es nuestro ». El concejal recordó, además que este tipo de equipamientos requieren de un contrato de mantenimiento adecuado, y que el Ayuntamiento no tiene ni la obligación legal ni los medios técnicos para hacerse cargo de una instalación que no le pertenece. A la espera de la reunión con la responsable autonómica, el concejal de Movilidad se muestra abierto a trabajar «con determinación» para lograr un acuerdo lo antes posible porque, en cualquier caso, «los ciudadanos no tienen la culpa», a pesar de no tener competencias en materia de autobuses. En este sentido, explica que «el Ayuntamiento no necesita una estación de autobuses para nuestros autobuses, que pueden perfectamente pasar al lado», pero sí reconoce que es un servicio que tiene la ciudad. «Es la imagen que damos cuando a los visitantes cuando llegan a Toledo, una estación con las escaleras averiadas, con negocios cerrados, que no son atractivos, y con problemas de seguridad, que tampoco es de nuestra competencia. Ahí está la Delegación del Gobierno», dice Iñaki Jiménez.