La estafa de las AFP y el pacto mafioso, por Alfonso López Chau Nava
La llamada “reforma” de las AFP es un asalto a mano armada contra millones de peruanos. Detrás de esta estafa está el pacto mafioso entre el Gobierno y el Congreso: una alianza de intereses oscuros que legisla para unos pocos y condena al resto del país. Y no nos engañemos: todos los partidos que votaron a favor, que se abstuvieron o que simplemente se ausentaron son responsables. Todos. Ninguno puede lavarse las manos. Le dieron la espalda al pueblo y se entregaron sin pudor a las AFP.
Una verdadera reforma de pensiones debe garantizar jubilaciones dignas, no negocios privados con la vejez de millones de peruanos. Eso implica construir un sistema previsional de tres pilares: un pilar solidario no contributivo que asegure una pensión básica universal y erradique la pobreza en la vejez; un sistema contributivo obligatorio que combine capitalización individual (10% a AFP) con un componente de reparto solidario (3% a ONP), para lograr sostenibilidad y justicia; y medidas transversales que impulsen la formalización laboral, la equidad de género y la unificación de regímenes especiales. Un sistema así no solo es posible: es urgente.
Hoy, ante la indignación ciudadana, los responsables intentan lavarse la cara con comunicados infames —como Fuerza Popular, Renovación Popular y Alianza para el Progreso— mientras el Gobierno finge rectificación, como si el daño no estuviera consumado.
Los jóvenes ya salieron a las calles y obligaron al pacto mafioso a retroceder. Lo demostraron una vez: tienen el poder en sus manos. Hoy el desafío es comprender que ese poder no es simbólico, es real, y que, si así lo deciden y así lo quieren, pueden cambiar el rumbo del país. La urgencia es ahora. El Perú los necesita para recuperar la dignidad, la justicia y la esperanza.