«Me alegra mucho verte después de estos años. Voy a coger el autobús que yo en Madrid me muevo en transporte público ». El saludo y la acotación tiene toda la normalidad del mundo. En una calle céntrica de Madrid, pasadas las tres de la tarde con el tráfico habitual de la capital, lo mejor es el transporte público. Una conversación ad hoc entre dos personas que llevan años sin verse , aunque se conocen por su ejercicio profesional, una periodista, quien escribe estas líneas; el interlocutor, expresidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, aclaro: José María Barreda, quien se disponía a coger el autobús, «pues no sé si recuerdas que renuncié al coche oficial y esas cosas». El motivo del encuentro un almuerzo coloquio en el Club Siglo XXI , que preside el político, historiador y profesor castellanomanchego desde hace un par de años y que ha querido inaugurar curso con la presencia del obispo auxiliar de Toledo, Francisco César García Magán que a su vez fue presentado por el toledano Javier Marcos, teniente general jefe de la Unidad Militar de Emergencia. Una conversación en formato almuerzo-coloquio que sirvió para dibujar entre todos los presentes, unas setenta personas, una serie de imaginarios círculos concéntricos : la sociedad, la política, el papel del Ejército como entidad garante de la libertad y defensa de España y los españoles, la Iglesia como servidora pública y, en el centro, el hombre y la verdad. Una ocasión para escuchar de una forma pausada , sin presiones de tiempo y forma, y para ver cómo tanto desde la política, como desde la vocación y desde el ejercicio profesional se puede, y se debe, tener en el centro a la persona y ponerse a su servicio. El también Secretario portavoz de la Conferencia Episcopal Española recordó que «ayer como hoy, Iglesia y Estado, ámbito espiritual y ámbito temporal, están llamados a encontrarse y a descubrir soluciones conjuntas para los distintos problemas y desafíos que la sociedad vaya presentando. Creo que no se trata de una condena a entenderse, sino de una exigencia y de una responsabilidad recíproca , puesto que la Iglesia busca servir al fin espiritual del ser humano y el Estado busca proveer al bien común como servicio a sus ciudadanos». El experto militar reconoció su admiración por aquellos que sirven a los demás y el ex presidente de la Junta aseguró que hacen falta palabras dichas desde la verdad y la valentía , y todo ello sin caer en frases hechas y opiniones manidas, porque también a la hora de decir las cosas hay que dar importancia a la forma en que se dicen, porque hay que respetar la palabra dicha y escrita. Antes de despedirnos, a pocos metros de la parada del autobús, un compañero de batallas periodísticas le señaló a Barreda «que se le ve mejor como profesor que como político» a lo que él contestó: «en política estuve, profesor soy» . Mientras yo me encaminaba al parking para recoger el coche, el «profesor» seguía esperando en la parada del autobús, entablando una conversación con otro caballero que, también tiene claro, que en Madrid, mejor en transporte público.