El estadio Jan Breydel fue el escenario escogido para el regreso de Ansu Fati , antaño niño prodigio del fútbol mundial, depredador de registros de precocidad e insaciable ante el gol. Ilusionante debut con el Mónaco a pesar de la apabullante derrota sufrida ante el Brujas (4-1) y una actuación de media hora que permite soñar a 'les Rouge et Blanc', como se conoce a la lujosa y elegante afición del club del Principado, a su entrenador Adi Hütter y, sobre todo, al empresario, inversionista y filántropo ruso Dmitri Rybolovlev, presidente del Mónaco desde que lo compró en 2011. Fati llevaba sin jugar desde el pasado 3 de mayo, cuando participó en la victoria liguera del Barcelona en Valladolid (1-2)....
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